Los puntos de venta de cerámica y materiales de construcción están en pie de guerra. Y no son pocos. En concreto, son once las asociaciones que han levantado la voz: Andimac, Anfapa, Anffecc, Ascer, Aseban, Asebec, Cepco, Cofearfe, Feban, Hispalty y Proalso.
Por eso, han enviado una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, y a la ministra de Industria, Reyes Maroto. Misivas en las que, al más puro estilo Fuenteovejuna, han unido sus fuerzas para mostrarles su malestar, por un lado, y, por otro, reclamar lo que consideran justo.
Las asociaciones consideran que la media de no poder abrir espacios superiores a 400 m2 no tiene sentido
Y es que estas asociaciones del sector de baldosas cerámicas, materiales de construcción y suministros análogos estiman que la medida de que no puedan abrir los locales superiores a los 400 metros cuadrados “no tiene sentido”. Además, consideran injusto que los concesionarios de coches si puedan hacerlo.
Sobre todo, porque estiman que los concesionarios de coches “tienen un ratio de ocupación superior a las exposiciones de cerámicas”. Así, sus locales tienen un ratio de presencia física de clientes muy bajo en comparación con la superficie ocupada. Ratio que está por debajo del 30% que exige la actual normativa. Además, los productos cerámicos y de construcción son de fácil limpieza, y permiten realizar tratamientos de higiene y prevención con gran seguridad y garantías.
MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN HIGIÉNICOS
Esta particular rebelión de los puntos de venta de cerámica y materiales de construcción se sustenta en que los metros cuadrados de los establecimientos no deberían determinar la apertura de los puntos de venta.
De media, los puntos de venta especializados en materiales de construcción suelen tener una superficie de 800 metros cuadrados. Es decir, el doble de lo que se establece en fase 0 y en fase I para que puedan abrir. Dicho de otra manera, ninguno podría abrir.
Sin embargo, las once asociaciones consideran que disponen de las medidas higiénicas para garantizar lo estipulado en cuanto protección de salud y seguridad. “El sector en su conjunto da a entender que la limitación sólo puede tratarse de un error y no de un agravio comparativo”, señalan. De ahí que pidan tanto al ministro Illa, como a la ministra Maroto, que reconsideren su postura y permitan la apertura.
