La siesta es un lujo que todos quieren disfrutar y que todos deberíamos dormir con la mayor frecuencia posible. Porque echarse una cabezadita después de comer está lleno de beneficios. Los beneficios de la siesta son infinitos. Informes emitidos por la Universidad de Berkeley señalan que el sueño diurno mejora el funcionamiento cardíaco y reduce la hipertensión.
Pero, ¿existe la siesta perfecta? sí, pero con ciertos requisitos imprescindibles para que se cumpla. Factores tan importantes como el momento en el que la realizamos, la duración o el lugar de la misma. Aquí te dejamos 8 trucos para conseguir la siesta perfecta.
11. LO BUENO SI ES BREVE, DOS VECES BUENO
Es muy importante controlar el tiempo que pasamos realizando la siesta. No podemos echarnos a dormir y esperar a despertarnos de forma natural.
La Agencia Espacial Norteamericana (NASA) estableció en 2011 que el tiempo adecuado para una siesta modélica es de 26 minutos. Un tiempo que corroborarían dos años después la Escuela Médica de Harvard y la Clínica Mayo al establecer, tras una investigación, que la siesta debe durar entre 20 y 30 minutos porque de lo contrario puede causar somnolencia.
Esto es ideal si te echas siestas a diario, si tus siestas no son frecuentes puedes permitirte el lujo de hacer una siesta de 90 minutos. Ya que se trata del tiempo justo para poder pasar por las principales etapas del sueño: desde el sueño de ondas lentas hasta el profundo, que desemboca en la fase REM.