El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de Cepsa afecta a un total de 2.586 trabajadores de la red de estaciones de servicio que el grupo gestiona de forma directa a través de su filial Cedipsa, aunque es rotatorio, de manera que solo estarán simultáneamente unos 1.200 empleados cada vez.
El expediente se inició el pasado 29 de abril y estará vigente hasta el 31 de octubre, aunque el objetivo es que, según se vaya recuperando la actividad, tras el parón registrado en el negocio de los carburantes por la crisis sanitaria del Covid-19, se incorporen los empleados, indicaron a Europa Press en fuentes de la compañía.
En Cedipsa, que cuenta con un total de 3.196 trabajadores, se integran un total de 479 gasolineras gestionadas directamente por el grupo, que representan algo menos de un tercio del total de las en torno a 1.500 de la red de Cepsa.
Además, la compañía controlada por Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi, y Carlyle, se ha comprometido a aportar hasta el 100% de la retribución fija a los afectados por el ERTE.
La petrolera presentó este lunes sus resultados del primer trimestre del año, en el que obtuvo un beneficio neto ajustado, que mide específicamente el desempeño de los negocios, de 85 millones de euros, lo que representa una caída del 31% frente a los 124 millones de euros del mismo periodo del ejercicio pasado, lastrado por un entorno de bajada del precio del crudo y bajos márgenes de refino y por el impacto del Covid-19 en la demanda.
Aplicando las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), el resultado neto acumulado de la compañía en el primer trimestre arroja unas pérdidas de 556 millones de euros, comparadas con los beneficios de 151 millones de euros alcanzados en el primer trimestre de 2019.
La compañía llega a esta cifra de pérdidas después de anotar una provisión, después de impuestos, por menor valoración de los inventarios de crudo y productos petrolíferos de 350 millones de euros y un deterioro neto de los activos de Exploración y Producción por importe de 188 millones de euros, principalmente a causa de la caída del precio del crudo en el trimestre.
PLAN FRENTE A LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
Ante este escenario, el grupo petrolero controlado por Mubadala y el fondo Carlyle ha implementado diversas iniciativas de resiliencia con el fin de proteger su generación de flujo de efectivo de la compañía.
Esta batería de medidas aprobadas por Cepsa, junto con el ERTE para la red de gasolineras, pasan por la reducción del gasto operativo fijo en todas las operaciones y unidades de negocio para lograr que en el 2020 los ahorros supongan 100 millones de euros más que en el 2019, así como un recorte aproximado del 20% en el programa de inversión de capital de este año, que equivale a 210 millones de euros), teniendo en cuenta las cifras que estaban planificadas antes del comienzo de las crisis.
Además, el consejo de administración ha decidido retrasar la decisión de pago de dividendo «hasta que haya una mejor visibilidad de la evolución de la crisis y su impacto en los mercados».