Esto le pasa a tu hígado si tomas esteroides para ganar masa muscular

Ganar masa muscular. Ese es el objetivo de muchas personas a la hora de acudir a un gimnasio. Las pesas no son suficientes para obtener los deseos apetecidos por lo que se acaba recurriendo a los conocidos como esteroides anabólicos. Y órganos como el hígado lo pueden acabar pagando caro.

Hablamos de hormonas sintéticas que suelen acabar produciendo problemas de salud. Es el caso del epistane. En su momento fue retirado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Y lo hizo porque demostró que producía colestasis. Para los nos familiarizados con el tema, se trata de una disminución, o la ausencia del flujo normal de la bilis desde el hígado hasta el duodeno.

La colestasis es una disminución, o la ausencia del flujo normal, de la bilis desde el hígado hasta el duodeno

La causa de la colestasis puede ser un trastorno hepático, biliar o pancreático. La piel y el blanco de los ojos se tiñen de amarillo, la piel pica, la orina es oscura y las heces son de color claro y olor fétido.

Ha sido el Ciber de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (Ciberehd) del grupo de José Vicente Castell, en el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de Valencia quien ha llevado a cabo la investigación.

TRASPLANTE DE HÍGADO

Según el estudio, los esteroides anabólicos de este tipo lo que suelen hacer es incrementar la síntesis de ácidos biliares conjugados al inducir los niveles de CYP8B1. Se trata de una enzima involucrada en dicha síntesis. El resultado no es otro que los ácidos biliares en el hígado aumentan. La consecuencia es que, al dificultar su adecuada eliminación por la bilis, lo que se acaba produciendo es la ya mencionada colestasis.

Se llegó a tal conclusión tras comprobar los científicos los ácidos biliares de hombres que habían sufrido esta enfermedad. Todos ellos habían consumido epistane. Lo que vieron los expertos es que se había incrementado más de 60 veces la concentración de ácidos biliares en la sangre.

El resultado de seguir consumiendo este tipo de esteroides puede ser muy peligroso. No sólo puede llegar a deteriorar el funcionamiento del hígado de manera importante, sino que también puede llegar a provocar un fallo hepático fulminante. Resultado del mismo, la solución que queda es la del trasplante.