Grabar cada movimiento, cada bostezo o saber todo sobre la vida de una persona encerrada entre cuatro paredes. Este es más o menos el concepto del reality televisivo Gran Hermano. Un concepto que ahora se ha extrapolado a los aeropuertos. El objetivo no es el simple y puro cotilleo, tiene otros fundamentos.
Ya lo avanzó en el libro ‘1984’ de George Orwell. Existen muchos paralelismos entre la vigilancia masiva en la actualidad y la de su mundo de ficción creado. Y las terminales de los aeropuertos son una prueba de ello. En pos de la seguridad, los aeropuertos apuestan por el Passenger Name Record (Registro de Nombres de Pasajero), más conocido como PNR. Su origen lo encontramos en EEUU tras los atentados del 11-S. Y básicamente busca saber qué y quién pasa cada día por los aeropuertos de medio mundo.
EEUU puso en marcha el Registro de Nombres de Pasajero tras los atentados del 11 de septiembre
Este registro recoge datos como nombre y apellidos, datos del vuelo y equipaje e información de pago. Además de la dirección y datos de contacto (número de teléfono, dirección de correo electrónico y número de móvil), itinerario completo del viaje para el PNR específico, información sobre viajeros asiduos, agencia de viajes/operador de viajes y la situación de vuelo del pasajero: confirmaciones, facturación, no comparecencia o pasajeros de última hora sin reserva.
Pero los datos PNR solo pueden conservarse durante un periodo de cinco años y deben despersonalizarse pasados seis meses de forma que el interesado deje de ser identificable inmediatamente.
1,38 millones para que no se escape nada
En España ya se trabaja en ello desde febrero de 2016, cuando se firmó el pacto antiyihadista. Aunque puede que incluso se comience a implementar antes de la fecha prevista. Indra es la compañía que ganó el contrato por 1,38 millones para implementar este software. Este, además, buscará información en redes sociales como Twitter, Google+ Tumblr, LinkedIn, Instagram y YouTube. Todos los datos recopilados serán gestionados por la Oficina Nacional de Información de Pasajeros (ONIP).
El 4 de diciembre de 2015, el Consejo aprobó el texto transaccional acordado con el Parlamento Europeo sobre la propuesta de Directiva relativa a la utilización de datos del registro de nombres de los pasajeros (PNR) para la prevención, detección, investigación y enjuiciamiento de los delitos terroristas y los delitos graves.
El Parlamento Europeo aprobó su posición el 14 de abril de 2016. Luego el Consejo adoptó la Directiva el 21 de abril de 2016. Los Estados miembros dispondrán de dos años para aplicar las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para dar cumplimiento a lo dispuesto en la Directiva.
A este tipo de registro le sumamos los que físicamente ya sufre cualquier pasajero, como los controles de facturación o los de visado. Todo ello convierte al aeropuerto en un verdadero Gran Hermano. El ojo que todo lo vigila.