‘Sálvame’ no pasa por sus mejores momentos. Este hecho se desprende de sus números en la temporada 16-17, en la que su edición ‘Limón’ marcó mínimo histórico con un 13% de media y su versión ‘Naranja’ hizo lo propio con un 16,2%.
Este hecho sumado al obligado cambio de día del ‘Deluxe’, que también batió su récord negativo, ha puesto al universo ‘Sálvame’ en la picota. Es cierto que el programa todavía cuenta con una legión de seguidores que no le comprometen a día de hoy su futuro, pero a medio plazo si la caída se mantiene le podrían colocar en una situación comprometida. El problema estructural del programa es que sus pesos pesados han tomado distancia con este espacio, aunque otros han cogido la puerta de salida.
El programa ha dicho adiós en las dos últimas temporadas a Rosa Benito, Raquel Bollo, Karmele Marchante y Kiko Matamoros, que se admitieron «quemados» antes de despedirse por voluntad propia. Cierto es que ‘Sálvame’ es un duro gimnasio que pide un nivel extremo de implicación, hecho que llevó a los citados cuatro tertulianos fundacionales a dejar atrás este proyecto.
También es evidente que la implicación de Kiko Hernández, tras ser padre de gemelas, ha disminuido y ha pasado de colaborar cinco días por semana a hacerlo solo tres. También ha rebajado su presencia Belén Esteban, que tras su tratamiento de desintoxicación y su nueva vida sentimental ha decidido alejarse de la batalla diaria y además exigir que su hija no sea un elemento habitual del programa.
Ni el revuelo con Kiko Matamoros
Jorge Javier Vázquez tampoco aparece de forma habitual por el programa debido a varios proyectos de prime-time. El último es el fallido ‘Gran Hermano Revolution’, programa por el cual estuvo varios días sin aparecer por el programa. Aunque Look desveló que el de Badalona dejó de forma temporal el espacio por su disgusto ante el nuevo calendario de presentadores, hecho que ni siquiera ha desmentido. Jorge Javier ha vuelto, eso sí, utilizando la plataforma de ‘Sálvame’ para promocionar su último negocio, la película ‘La Llamada’.
Lo hizo en ‘Sábado Deluxe’ y también ha aprovechado su columna en Lecturas, enemistada con Mediaset, para publicitar el film de la que es co-productor: «Julio de 2016, camerinos del teatro Tívoli de Barcelona. Se presenta José Corbacho al final de una las funciones de ‘Iba en serio’ para pedirme que participe en la producción de la película ‘La llamada’. Recibo la propuesta impertérrito. Pensando en cómo decir que no de una manera elegante. Corbacho insiste en vernos pasados unos días y yo le digo que sí sin mucha convicción. Porque el mundo del cine se me escapa, porque no tengo ni idea de cómo funciona, porque en ese momento me quiero ir de vacaciones y no quiero tener ningún quebradero de cabeza rondando por mi cerebro. Pero, claro, Corbacho sembró la semilla y mi cabecita empezó a dar vueltas al mismo tiempo que la de P. (su novio)».
Y añade: «‘La llamada’ es la película que necesitaba ver esta semana. Qué bien están Macarena García, Gracia Olayo, Anna Castillo y Belén Cuesta. Se merecen todos los premios del mundo. Gracias, Corbacho, por presentarte en el camerino del Tívoli y gracias a ‘Los Javis’ por dejarme participar en vuestro proyecto. Muchísimas gracias y perdón por haber dudado en decidirme unos veinte minutos.
Pero volviendo a Kiko Matamoros hay dos teorías que circulan sobre su adiós. La primera dice que su marcha es momentánea tras un pacto con «la cúpula» de Sálvame, acuerdo por el cual regresará para hacer caja y cubrir su deuda con Hacienda. Y la segunda señala que está quemado y especialmente enfadado con Mila Ximénez, que según señala Matamoros a su círculo más íntimo podría estar obsesionado hasta el punto de estar «loca de celos con Makoke». ¿Siente Mila por Matamoros algo más que amistad u odio? Eso parece…