Leroy Merlin ha abierto 57 puntos de venta destinados a los clientes profesionales, que deberán acreditar esta condición, con el objetivo de que puedan seguir desarrollando su actividad, al mismo tiempo que mitiga, en parte, los efectos económicos de la pandemia en su negocio.
Esta decisión supone la reincorporación de más de 600 colaboradores a sus puestos de trabajo, de forma que seguirá apostando por sus proveedores nacionales, que acumulan el 72,8% de sus compras o 1.160 millones de euros en 2019.
La empresa defiende en un comunicado que esto supone «un importante activo para las economías locales», mientras favorece la dinamización de las zonas en las que se ubica, a través de la creación de empleos indirectos, de la mano de pequeñas empresas y profesionales instaladores para responder a las demandas de la sociedad.
Con este medida, Leroy Merlin pretende atenuar las consecuencias del estado de alarma en sus socios, tanto pequeños instaladores como proveedores. «Porque contribuir a salir mejores de esta situación también está en nuestras manos», defiende.
Por ello, desde este lunes, 57 puntos de venta de la compañía en España ya están abiertos al cliente profesional, quienes podrán comprar directamente en la tienda o recoger su pedido en 24 horas, plazo que se reducirá a tres horas en algunas tiendas.
Los puntos de venta estarán abiertos para el público profesional, previa acreditación de esta condición, continuando cerrado para la venta minorista. Para ello, ha establecido un plan de actuación para la reapertura de los puntos de venta, desarrollado por un comité interdisciplinar con responsables de diferentes áreas.
Dentro de estas medidas de seguridad, el plan de Leroy Merlin se estructura en cinco ejes principales de actuación con medidas higiénicas básicas, tanto para colaboradores como clientes profesionales; medidas técnicas de distanciamiento personal, mediante la colocación de señales y circuitos; medidas organizativas; de prevención; y de protección individual.