Pensar en reformas en los hogares es pensar en Ikea. La compañía sueca ha acercado a los manitas -y no tan manitas- dos posturas que aunque tenían el mismo destino, caminaban en distintas direcciones. La redecoración de sus casas sin gastarse una fortuna y sin tener que recurrir a los famosos programas de bricolaje.
En los 27 años que lleva operando en España se ha convertido en la ‘zona cero’ de los manitas españoles. Y no sólo eso. Ha pasado de ser el hermano a reinar en el sector. Y es que su volumen de ventas supone más de un tercio del total del sector.
El Observatorio Sectorial DBK Informa prevé que el sector del bricolaje cierre este año con 3.350 millones de euros en ventas en España. Eso es un 7% más que en 2016. Pues bien, Ikea cerró 2015 con 1.191 millones de euros en ventas. Es decir, un 35% del total del mercado.
El bricolaje es un sector en pleno auge, y con él Ikea. La compañía casi duplicó en 2015 los 666 millones de euros de ventas obtenidas en 2009. Su resultado también subió como la espuma entre esos años. Pasó de 8,5 millones de euros a 72 millones. Es decir, en siete años multiplicó por siete su resultado.
La diferencia es considerable pero ¿le ha ido siempre bien a Ikea? No. Las cuentas de la empresa sueca simulan una montaña rusa cargada de subidas y caídas en picado. A los ocho millones y medio de beneficio de 2009 –y después de perder 77 millones respecto al año anterior- le siguió pérdidas de casi 27 millones. Todo ello a pesar de haber duplicado sus ventas.
Ikea concentra un tercio de las ventas de bricolaje
Menos mal que ha sabido resurgir de sus cenizas y apartar los descubiertos. En 2011 volvió a ponerse las pilas y creció hasta los 152 millones de euros. A partir de ahí se estancó, pero no en la línea del ejercicio anterior. Cabalgó entre los 45 y los 72 millones de euros.
Las cosas no pasan porque sí. Detrás de todo este comportamiento se esconden otros asuntos. El primero de ellos es la compraventa de viviendas. Según el Ministerio de Fomento aumentó casi un 15% en el segundo trimestre del año.
Se trata de una cadena de trabajo que va evolucionando. El aumento de la compraventa lleva a un incremento en la firma de hipotecas. En julio aumentaron casi un 33%. Es decir, que se firmaron 24.863 contratos.
La entrada en una casa implica amueblarla y demás. Cuando se trata de una vivienda de segunda conlleva también reformas. Ese es otro de los puntos que ha beneficiado –y mucho- a Ikea. Y es que casi el 91% de las viviendas compradas fueron de segunda mano.
El sector inmobiliario y –por consecuente- el bancario son los terrenos sobre los que se levantan los cimientos de Ikea. Y nunca mejor dicho. Estos aspectos han contribuido, pero el arquitecto que construye el camino de la compañía sueca es el consumo de las familias.
Todos están de enhorabuena porque el bricolaje se ha convertido en la segunda partida de gasto que más ha crecido en los hogares. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE en 2016 lo ha hecho un 10% hasta los 1.283 euros por hogar. Ha ocupado un espacio en la vida de las familias de forma que supera el gasto a sanidad, comunicaciones y enseñanza.
Ikea es el rey del sector. Después de atravesar varios años de turbulencias ha llegado a un tiempo de calma. Este podrá ser uno de sus mejores años. El sector le acompaña y la empresa no tiene que hacer mucho más porque en 27 años se ha ganado a sus clientes.