Andra Timu, Ott Ummelas y Helene Fouquet para Bloomberg
La Comisión Europea se ha propuesto encontrar una fórmula que satisfaga a todos los líderes, tanto al francés Emmanuel Macron, que exige más impuestos hacia los gigantes tecnológicos, como también a aquellos que se preocupan porque una legislación aleje las inversiones.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, señaló que los funcionarios propondrán un conjunto de normas para gravar a las empresas tecnológicas en 2018, después de un día de discusiones en una cumbre del bloque en Tallin, Estonia.
Macron lidera un grupo de 10 países, entre ellos Alemania, Italia y España, que buscan una forma de impedir que empresas como Google, Facebook o Apple dirijan sus ganancias hacia jurisdicciones fiscales más bajas como Irlanda y Holanda. Funcionarios de Dublín, que participan en una batalla legal para recibir una ganancia impositiva de 6.000 millones de euros de Apple, intenta bloquear la iniciativa.
“Los gigantes de Internet no contribuyen a financiar el bien común”, ha soltado Macron en una conferencia de prensa tras la cumbre del viernes. “Algunas tecnológicas no están jugando justamente. Están utilizando su posición dominante para bloquear a otros, y estamos pidiendo una ambiciosa reforma por eso”.
La resistencia liderada por Irlanda ha obstaculizado los esfuerzos iniciales para crear un nuevo impuesto a empresas como Amazon, una medida que requiere la unanimidad de los miembros de la Unión Europea. Las prácticas tradicionales no han logrado capturar los ingresos de una industria en la que la creación de valor tiende a ser virtual y las empresas digitales han tratrado de aprovechar lagunas creadas en la regulación europea descoordinada.
Klaus Iohannis, presidente de Rumania, estaba entre los que abogaban por un enfoque más cauteloso de los gravámenes sobre los servicios basados en Internet.
Austria y Estonia sugieren que se apliquen las actuales discusiones a una solución provisional antes de pasar a la OCDE
“Hay que encontrar un método adecuado, un método justo, para gravar estos servicios porque estamos ante un peligro acá en Europa”, dijo Iohannis ante los periodistas al reunirse con otros líderes de la Unión Europea en Tallin.
“Si exageramos este impuesto, difícilmente va a solucionar este problema. Estamos en una feroz competencia con los Estados Unidos, con Asia, por lo que si el nivel de impuestos es demasiado alto, entonces la compañías se mudarán a otra parte, y no ganaremos nada”, explicó el mandatario.
Mientras que Francia ha propuesto una recaudación temporal de los ingresos debido a que la imposición de las ganancias es complicada en virtud de las normas internacionales, países como Austria y Estonia sugieren que se apliquen las actuales discusiones a una solución provisional antes de pasar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a un arreglo más completo.
Un funcionario francés sostuvo que los países han avanzado en una solución unificada. Al igual que con el enfoque internacional para cambiar las reglas del secreto bancarios, los franceses creen que un nuevo sistema fiscal para las empresas tecnológicas que usan las normas dispares en los estados de la Unión Europea para pagar menos podría resultar de un cambio rápido en el consenso global.