Los españoles pueden crear empresas en Suiza librementen por ser ciudadanos de un país miembro de la Unión Europea. El país alpino, que no pertenece a la Unión, sí permite esa potestad a todos los ciudadanos de la Europa de los 27. Sin embargo, que sea posible crear una empresa no significa que esto sea algo inmediato, pues para conseguirlo es necesario superar numerosos trámites burocráticos y administrativos.
La inscripción de la empresa requiere asesoramiento jurídico y fiscal. Los organismos oficiales encargados de tal tarea son la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España, perteneciente a ICEX España Exportaciones e Inversiones, que depende del Ministerio de Economía. El Ministerio de Trabajo también ofrece guías para crear empresas en Suiza.
Residencia obligatoria en Suiza
Las sociedades suizas deben estar representadas por una persona con residencia en este país. En este sentido, existen empresas fiduciarias que pueden prestar este servicio, es decir, ejercer el papel de administrador de la sociedad o de gerente. Se trata de una función meramente administrativa, no se ejerce ninguna actividad operativa.
Elegir el papel de representante de la empresa es importante, como también lo es elegir la forma jurídica a adoptar. El Ministerio de Trabajo insiste en que no es excesivamente complejo crear una empresa en Suiza, pero para ello hay que obtener permisos especiales establecidos por la legislación nacional o cantonal de ese país.
El país centroeuropeo no es muy generoso en la concesión de ayudas económicas, aunque sí existen instituciones y organizaciones que pueden prestar ayuda en la fase de creación de la compañía.
Cómo es el proceso de domiciliación de la empresa
La creación de la empresa es un trabajo burocrático que ocupa mucho trabajo. Los trámites se pueden llevar a cabo a través de la Secretaría de Estado de Economía, que ofrece una ventanilla única virtual en varios idiomas.
Otra opción es externalizar este paso y dejarlo todo en manos de profesionales especializados. La domiciliación de una empresa en Suiza es una opción interesante para empresas que se establecen en este país por razones como una fiscalidad ventajosa, la flexibilidad territorial o hacer negocio con clientes en el país alpino.
En todo este proceso también puedes registrar tu marca en Suiza de la mano de profesionales y acompañar esta ación con otras como la transferencia del correo recibido, la gestión de llamadas telefónicas y el servicio de reenvío de correspondencia.
Cuando la empresa ya está constituida, el siguiente paso es la puesta en marcha, su funcionamiento. Aquí hay que atenerse a leyes nacionales y cantonales del país: contabilidad, representación fiscal, permisos de trabajo, declaración del IVA.
Nuevamente aquí debemos tener en cuenta la casuística del país, el target de clientela al que se dirige el negocio, cómo se comportan los consumidores suizos y no dejar de lado aspectos relacionados con la legislación laboral: salud y seguridad de los empleados si los hubiera, seguros obligatorios y los impuestos a pagar.
El swissness, la tradición de distinción de Suiza
Por lo general, el consumidor suizo es smart shopper, un comprador inteligente. Se preocupa tanto por la calidad como por el precio. Si se puede establecer un perfil tipo de los consumidores suizos, una buyer persona interesada por la sostenibilidad, los hábitos de vida saludable y el consumo racional.
La Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Suiza afirma que el primer criterio de compra para los ciudadanos suizos es el swissness. Este término hace referencia a ideas como calidad, precisión, tradición y creatividad, atributos todos asociados a los productos suizos. Si una empresa española se afinca en Suiza o un empresario decide abrir una empresa en este país, incorporar esta filosofía es un buen primer paso para tener éxito empresarial.
Hasta tal punto está extendida en el país esta idea que desde 2017 existe en vigor una ley de “Swissness” que indica las condiciones en las que un producto o servicio puede ser marcado como suizo.
Abrir empresas en Suiza no implica obligatoriamente vender productos suizos, pero sí puede resultar de gran ayuda adaptarse a sus costumbres, su modo de vida, sus formas de consumo y su filosofía en general. Es especialmente importante asumir comportamientos empresariales similares a los de las empresas suizas ya que es uno de los países menos corruptos en Europa.
Consultar fuentes oficiales y dejarse asesorar por profesionales
La práctica más generalizada en caso de abrir una empresa en Suiza es dejar todos los trámites, o al menos algunos de ellos, en manos de especialistas en la administración de empresas en el país alpino. Antes de este punto es especialmente recomendable acudir a fuentes de información oficial como el Ministerio de Trabajo o el de Economía.
La externalización suele resultar positiva porque estos actores del mercado internacional conocen a la perfección la administración local y los trámites a cumplimentar. Hacerlo de manera personal también es posible, pero puede ir ligado a errores que hagan perder tiempo y dinero.