La Asociación de Distribuidores de Ferretería y Bricolaje (ADFB), integrada por Leroy Merlin, Brico Depôt, BricoCentro y Bricogroup, y la Asociación de Fabricantes de Bricolaje y Ferretería (AFEB), de la que forman parte más de un centenar de proveedores, han unido sus fuerzas junto con las principales agrupaciones y distribuidoras del ámbito del bricolaje para reclamar que su sector sea declarado prioritario y puedan proceder a una «apertura controlada» de sus establecimientos.
En una carta remitido una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, y a la Secretaría de Estado de Comercio, estas asociaciones subrayan que las ferreterías y los centros de bricolaje son «las farmacias del hogar» y abastecen a la población de productos de primera necesidad sin los que ninguna vivienda podría seguir funcionando, lo que consideran especialmente importante en la actual situación de confinamiento derivada de la crisis sanitaria.
Estas organizaciones aseguran que el sector de ferretería y bricolaje «está capacitado para realizar una apertura controlada» de sus tiendas, con el requisito de velar por la seguridad de clientes y empleados, evitando la propagación de la enfermedad.
Las organizaciones firmantes de la carta subrayan que los productos relacionados con la electricidad, la fontanería o la climatización resultan esenciales y que este tipo de artículos se ofrecen tanto a particulares como profesionales. Además, ferreterías y centros de bricolaje proveen también de productos para luchar contra el contagio, como lejía, guantes y productos de limpieza. «La industria alimentaria, la logística e incluso los hospitales necesitan mantenimiento. Para dicho mantenimiento son esenciales nuestras tiendas», aseguran.
Asimismo, defienden que, justo en un momento en el que las personas se encuentran confinadas en sus hogares, es cuando éstos pueden necesitar mantenimiento y mejoras. «Permitamos a nuestros ciudadanos mantener y mejorar su hogar (pintura, electricidad, iluminación, fontanería, jardín*), aprovechando así este valioso tiempo que las circunstancias nos obligan a tener. En muchos municipios pequeños, nuestras tiendas son el único lugar que les permite limpiar, desinfectar y mantener sus hogares», sostienen.
Además, recuerdan que en muchos países europeos (Portugal, Italia, Bélgica, la mayor parte de Alemania, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Noruega, Polonia, Bulgaria, Ucrania, Estonia, Islandia, Croacia y Letonia) las tiendas de ferretería y bricolaje permanecen abiertas en la actualidad. «Y cada día se suman nuevos países. En algunos casos, con limitaciones horarias o de aforo», argumentan.
En España, el sector de ferretería y bricolaje se compone de casi 8.000 puntos de venta (pequeños, medianos y grandes) y proporciona empleo directo a unas 150.000 personas entre comercios y fabricantes.