Jeremy Hodges y Giles Turner para Bloomberg
Uber Technologies se enfrenta a un nuevo revés legal en el Reino Unido una vez que una conductora de 44 años de edad demandó a la compañía por discriminación sexual, alegando que las prácticas de la empresa son desventajosa para las mujeres.
La demanda, impulsada por el sindicato GMB, afirma que la compañía no proporciona suficiente seguridad a las mujeres conductoras, cuya capacidad de trabajo se ve afectada como resultado, según los abogados en una declaración vía correo electrónico. Uber expresó que su aplicación ofrece protección a los conductores y no los obliga a realizar viajes que no quieren.
La demanda presiona aún más a la empresa con sede en San Francisco. El regulador de transporte de Londres ha propuesto prohibir el servicio en la capital debido a las preocupaciones sobre la seguridad de los pasajeros y un tribunal comenzará a analizar el pago y el tiempo de vacaciones para los conductores este miércoles.
“Una vez más tenemos un miembro con serias preocupaciones acerca de las prácticas de Uber que coloca las necesidades básicas de seguridad de un trabajador como algo secundario a la imposición de un modelo rígido y puramente basado en ganancias”, explicó Maria Ludking, directora legal de GMB.
La mujer entabló la demanda porque los conductores desconocen al cliente hasta que ya está en el coche, y si el destino es a una zona remota o insegura, no tienen opciones para cancelar el viaje. Ella también alega que un conductor no puede cancelar el viaje si un cliente se pone agresivo porque corre el riesgo de perder el empleo.
Uber alega que los viajes son rastreados por GPS y los conductores son capaces de comparttir el mapa en vivo
“Si un conductor no quiere ir a un área en particular, no hay obligación de hacerlo”, explicó un portavoz de Uber vía correo electrónico. “Una de las principales razones por las que mujeres optan por conducir en Uber es debido a las características de seguridad en la aplicación. Todos los viajes son rastreados por GPS y un conductor es capaz de compartir un mapa en vivo de su viaje con amigos o seres queridos”.
Mayor acoso
Uber ha sido demandada en múltiples ocasiones por acoso sexual. Susan Fowler, una ex ingenieria, escribió una publicación en su blog a principios de 2017 en la que narraba un comportamiento que ayudó a conducir al cofundador Travis Kalanick fuera de la empresa. En el posteo, Fowler acusó a un ex gerente de proponerle relaciones y desde el departamento de recursos humanos de la compañía le respondió que no lo castigaría porque era un ejecutivo de primer nivel.
La startup también ha despedido a más de 20 personas tras una investigación a nivel de toda la compañía sobre reclamos por acoso sexual. Los altos directivos, entre ellos Kalanick y Emil Michael, vicepresidente senior de negocios, también visitaron un club coreano de damas de compañía con algunos colegas.
En agosto, la policía del Reino Unido escribió a Transport for London en relación con su preocupación de que la compañía seguía empleando a un conductor después de haber sido acusado de agresión sexual, otro catalizador para las demandas.
