El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha advertido, en una entrevista con Europa Press, de que no se puede esperar a la ley sobre el ingreso mínimo vital porque, como poco, no llegará hasta después del verano.
Por eso, ha asegurado que seguirá «machacando» al Gobierno para conseguir que se ponga en marcha de inmediato una renta provisional que, durante la pandemia, dé cobertura a todas las personas, en torno a un millón, que se han quedado fuera de las ayudas puestas en marcha en la crisis sanitaria.
«No podemos esperar la ley, no podemos engañar a la gente, porque no va a llegar ni en mayo ni en junio ni en julio ni en agosto y creo que tampoco en septiembre. Es una ley compleja, que hay que negociar con las comunidades autónomas, que debe ser plenamente compatible con el Estado de las Autonomías y cuando llegue, ya habremos dejado a mucha gente en el camino», ha alertado.
Álvarez subraya que para UGT es una «absoluta prioridad» este ingreso mínimo vital temporal y por eso siempre es el primer punto que demanda en cada reunión con el Gobierno. «Siempre empiezo hablando de mi libro -ironiza- porque para mi este ingreso vital es absolutamente de justicia».
Por ello, avisa de que no va a dejar de «machacar» al Ejecutivo sobre la necesidad de implantar este ingreso temporal hasta que llegue el permanente. Ello, a su juicio, «no quita ni un ápice al valor de las políticas sociales» que ha desplegado el Gobierno durante esta crisis, «que han sido muchas y muy importantes».
Álvarez también ha mandado un recado al portavoz de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, quien hace unos días señaló que una renta permanente podría desincentivar el trabajo y hacer que «grupos amplios de ciudadanos acabaran viviendo de forma subsidiada». «Me parecen absolutamente fuera de tono sus manifestaciones. Debería escuchar al Papa Francisco, porque si lo hiciera, se le caería la cara de vergüenza», critica Álvarez.
El dirigente sindical cree que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) deberían contar con una prórroga flexible para que las empresas y el empleo se mantengan durante el proceso de deshibernación de la economía. Considera además que mantener y llevar a la legislación laboral ordinaria la limitación de los despidos puesta en marcha durante la pandemia sería una medida «coherente».
El líder de UGT, que estuvo en un ERTE de reducción de jornada en los años 80, ha afirmado que en la medida en que estos procedimientos ofrecen facilidades a las empresas «prácticamente desaparece la razón del despido». «Es un instrumento que nos permite ir prescindiendo de la contratación temporal», ha señalado Álvarez, que ha recordado además que las empresas que hagan uso de ERTEs en esta crisis no podrán despedir durante seis meses.
«HA FALTADO PREVISIÓN, PERO EN TODO EL MUNDO»
Sobre si faltó previsión a la hora de ver venir la pandemia, Álvarez reconoce que sí, pero inmediatamente añade que no sólo en España, sino en todo el mundo. «Este Gobierno lleva cien días y España lleva cinco años con una inestabilidad política brutal y eso no es ajeno en parte a lo que nos ha pasado. Creo que la descentralización de la sanidad tampoco ha ayudado a que las comunidades tuvieran previsiones», afirma Álvarez.
El líder de UGT cree que también ha habido «improvisación» pero porque la crisis sanitaria «ha desbordado a todo el mundo». «Para detectar errores de fondo hacen falta estudios independientes y lo razonable ahora es guiarnos por lo que nos dicen instituciones como la OMS, porque lo demás no sé a quién beneficia», ha señalado.
Álvarez piensa que, ya que no hay elecciones en el horizonte inmediato, toda esta situación debe digerirse con tranquilidad, pues «ya habrá tiempo de juzgar y exigir responsabilidades al Gobierno» si cometió errores. Ahora bien, denuncia que «no ha visto afán» por hacer lo mismo con los gobiernos autonómicos.
«EL MERCADO INTERNACIONAL DE EPIs, UN BAZAR PERSA»
Siguiendo con esta línea, el líder de UGT ha señalado que ir al mercado internacional a comprar elementos de protección para los sanitarios «no debe ser nada sencillo porque han engañado a los alemanes, que deben ser tan tontos o un poco menos que los españoles, a los italianos y a los franceses en algunas partidas.
«El mercado de los equipos de protección individual (EPIs) se ha convertido en un bazar persa. ¿Eso es incompetencia del Gobierno? Claro, es el que está, pero también de los alemanes, italianos* ¿El mundo está lleno de gobernantes incompetentes? Sí, pues ya está. ¿Los que van a venir, los que están en otras comunidades autónomas y son de otros partidos lo han hecho extremadamente bien? Pues tampoco parece», ha afirmado.
Álvarez cree que la crisis del coronavirus ha dejado varias lecciones importantes: la «inmensa fragilidad» del proceso de globalización; la debilidad del sistema sanitario -que no de sus profesionales-; la necesidad de recuperar un sistema fiscal «justo y equitativo», donde cada uno pague en función de lo que tiene y que nutra al Estado de instrumentos, y la necesidad de que la UE ofrezca respuestas a sus países miembros.
«LAS PREVISIONES CATASTROFISTAS NO LLEVAN A NINGÚN SITIO»
Acerca de las previsiones realizadas por el Banco de España de que el PIB podría caer más de un 13% este año, Álvarez considera que es muy pronto para saber lo que sucederá. Aunque el turismo tiene un peso en el PIB de 14 puntos, el líder de UGT cree que podría recuperarse este año parte del turismo internacional si se hace bien y con plenas garantías.
Para el líder de UGT, este tipo de informes «con sesgo ideológico» lo que pretenden es frenar las políticas sociales porque «en el fondo les molesta» que existan. «Y precisamente son las políticas sociales las que van a ayudar a que algunos de estos estudios no funcionen porque la gente que cobre el ingreso mínimo vital, inmediatamente irá a gastarlo, y se moverá la economía».
Pese a que Álvarez reconoce que 2020 no va a ser un año fácil en lo económico, también advierte de que estos análisis «catastrofistas» no llevan a ningún sitio.
Sobre la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre, que se publicará la semana que viene, el líder de UGT opina que no reflejará bien la realidad del país, porque sólo recogerá una parte pequeña de la crisis. En cuanto a los datos del segundo trimestre, espera que cuando se publiquen (en principio el 28 de julio), se esté ya «en otro país mejor».