El Gobierno español ha decidido instalarnos en ‘Un mundo feliz’. El soma de Pedro Sánchez son la mayoría de medios de comunicación que están tratando un colosal drama sanitario con una actitud dominada por un estúpido positivismo infantil. Miren el tono de RTVE y lo comprobarán…
Cierto es que todos los manuales de psicología aconsejan no saturarse informativamente por ese obsceno conteo en el que se revuelcan ciertas divas televisivas. Y que la OMS ya habla de ‘infodemia’, que es el peligroso menú que mezcla medias verdades informativas y fakes virales.
Pero la obligación de cualquier periodista es ofrecer un relato honesto de lo que ocurre. Sin almíbar gubernamental ni guerracivilismo opositor. La obligación de todos los medios es denunciar los excesos del poder, los tics autoritarios, la judicialización del panorama informativo hacia el que caminamos y, simplemente, contar lo que pasa.
RTVE CONTRA LA PARED
RTVE mostró cuatro vídeos de morgues, fosas y tumbas de los Estados Unidos cuando España superaba por seis la tasa de mortalidad del país de Donald Trump. La corporación pública sí que tuvo reparos en mostrar imágenes relacionadas con la muerte de los españoles.
ABC y El Mundo sí que han exhibido algunas portadas dramáticas que han sido tachadas de necrófilas. Los defensores de estos periódicos recuerdan que más gore fue la portada de El País tras el 11M. Pero es evidente que la sensibilidad mutante de los medios, tanto unos como otros, está relacionada con oscuros intereses políticos.
EXCESOS
Desde los aledaños del PP y Vox se está instaurando una peligrosa práctica de palo recurrente a RTVE… y muchos golpes han llegado por gente que no ha visto ni un solo ‘Telediario’ durante la pandemia.
Dos estupendos profesionales como Xabier Fortes y Carlos Franganillo han tenido que sacar las garras en Twitter contra la caterva de embustes propagados por la extrema derecha mediática, ahora adalid de la libertad de expresión a pesar de que hace años justificaba las mordazas de Rajoy «por seguridad».
EL PROBLEMA DE RTVE
Dos grandes problemas sufre RTVE: uno se llama Rosa María Mateo y el otro Enric Hernández. La primera, que venía de regeneradora, está actuando como una desagradable comisaria política del PSOE cuyo único interés es eternizarse para seguir siendo ‘cienmileurista’ en edad de jubilación.
Mateo ha dado evidentes muestras de falta de parcialidad y tendría que haberse largado el día que Fortes, Llorente y Franganillo denunciaron que hacía prácticas gubernamentales para derribar la organización de un debate en la competencia.
El caso de Hernández es casi peor. El exdirector de El Periódico de Catalunya, con numerosas amistades en Ferraz y en el PSC, dirige los informativos a pesar de que la mayoría de sus compañeros reprobaron su fichaje.
DEFECTOS
Isabel Díaz Ayuso tuvo que afearle a Rosa María Mateo la campaña que estaba realizando RTVE contra su Gobierno: «Es muy lamentable que la televisión pública aproveche la mayor crisis sanitaria de la historia reciente de España para tratar de desgastar políticamente al Gobierno de la Comunidad de Madrid.
TVE había hecho circular la noticia de que la Comunidad de Madrid había perdido ‘3.300 profesionales de la salud. Una noticia que es completamente falsa y por la cual el ente que usted preside se ha visto obligado a rectificar», añadía.
La baronesa popular era rotunda: «Es muy lamentable que la televisión pública aproveche la mayor crisis sanitaria de la historia reciente de España para tratar de desgastar políticamente al Gobierno de la Comunidad de Madrid con datos falsos y absolutamente tergiversados e incompletos. Espero sepa poner fin a tanta irresponsabilidad».