La propagación de la pandemia de coronavirus ha afectado a todo el planeta, y no solamente en el ámbito de la salud. Toda la población se encuentra ahora mismo sumergida en una crisis general que afecta a todos los sectores, incluyendo a los influencers. Este colectivo también está sufriendo las consecuencias del parón obligado por la enfermedad y están registrando una disminución importante de las campañas publicitarias, con las pérdidas económicas que esto supone. A pesar de esto, los usuarios están pasando mucho más tiempo en redes sociales e interactuando con más perfiles, y esto ha contribuido a que el engagement de muchos influencers haya aumentado de forma notable.
Haciendo un repaso por encima de los más populares de internet, se puede apreciar que los contenidos que están ofreciendo ahora están centrados principalmente al entretenimiento, insistiendo a los seguidores para que sean responsables y se queden en casa. Recordemos que el propio Ministerio de Sanidad pidió a la influencer Dulceida que, desde su cuenta de Instagram, ayudase a informar a los más jóvenes de la importancia de cumplir la cuarentena. Ahora, la mayoría de los contenidos consisten en tutoriales, recetas, rutinas de ejercicio, juegos o algún ‘challenge’ casero. Los que más están perdiendo son aquellos cuyas cuentas estaban relacionadas principalmente con viajes y salidas de ocio.
UNA FRIVOLIDAD QUE NO PROCEDE EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
Sin embargo, la decisión final es de las marcas que habían optado por el marketing de influencers como estrategia publicitaria. El trabajo se ha congelado y ya no reciben ofertas de promoción, petición de colaboraciones, o reuniones. Aquellos que tenían campañas firmadas, han tenido que posponerlas por un tiempo indefinido, aunque también hay empresas que han decido seguir adelante con los proyectos pactados, aunque son pocas. Y es que hay colaboraciones que ahora mismo se antojan más frívolas que nunca, porque nos encontramos en una situación extrema e incierta, que ha provocado un cambio en los hábitos de consumo y en las prioridades de las personas. Muchas de las jóvenes seguidoras de las influencers de moda, están ahora más preocupadas por sus abuelas o por el retraso que están sufriendo en sus estudios. Las mujeres no tienen interés en tutorirales de maquillaje porque están pendientes de entretener a sus hijos, o agobiadas porque se han quedado sin trabajo.
Además, la cuarentena ha obligado a cancelar los eventos, uno de los pilares de estos reyes de internet, una situación que probablemente se prolongue durante muchos meses. Así que las marcas que no han optado por dejar de invertir en publicidad, han tenido que solicitar una rebaja en las tarifas. Las cifras aportadas por la agencia Influencity, indican que las colaboraciones de los influencers españoles ha descendido un 22%.
La preocupación en el sector es evidente, aunque muchos se muestran optimistas con respecto al futuro, confiando en que las marcas buscarán, a través de ellos, una reactivación de sus ventas. Sin embargo, la economía de muchos españoles se verá afectada por la crisis, y cabe la posibilidad de que los ciudadanos comiencen a valorar otro tipo de cosas.
