El autónomo que tiene empleados debe afrontar todavía más responsabilidades que aquel que trabaja por su cuenta y en solitario, puesto que puede tener que pasar por una inspección de trabajo. Un proceso que no debería provocarte estrés si todo en tu negocio está en orden, aunque no podemos negar que ver aparecer a un inspector de trabajo por la puerta siempre da un poco de miedo.
Lo primero es asumir este examen como algo totalmente natural. En muchos casos las inspecciones se hacen de forma totalmente aleatoria, así que no tienes que ver al inspector como a un enemigo, sino simplemente como un supervisor que viene a asegurarse de que todo está en orden y tanto tú como tus empleados podéis trabajar con normalidad.
1¿Qué es una inspección de trabajo?
Es un examen llevado a cabo por un especialista del Ministerio de Trabajo y cuya finalidad es vigilar que se cumplen todas las obligaciones legales en materia de contratación y de Seguridad Social. Es decir, que el inspector va a revisar que tienes todos los contratos en orden, que respetas los derechos de tus trabajadores y que has pagado las cotizaciones correctamente.
Cada año se realizan de media unas 350.000 inspecciones. Muchas de ellas son de oficio, aunque también es normal que haya campañas a nivel autonómico. En algunos casos el inspector llega a la empresa porque se ha producido una denuncia (será anónima y nunca te informarán sobre quien la ha hecho) y, en todo caso, si se ha producido un accidente laboral que sea grave.