La compañía cervecera Heineken registró un beneficio neto de 94 millones de euros en el primer trimestre de 2020, lo que representa una caída del 68,6% en relación con las ganancias de 299 millones del mismo periodo de 2019 como consecuencia del impacto de la pandemia de Covid-19 y de las medidas de confinamiento implementadas en varios países.
«Nuestro desempeño en el primer trimestre refleja el impacto inicial de esas medidas, y los volúmenes en marzo obviamente se vieron muy afectados», declaró el presidente y consejero delegado de Heineken, Jean-Francois van Boxmeer. De hecho, la multinacional holandesa prevé un mayor impacto negativo en el segundo trimestre de 2020.
En este sentido, el volumen de cerveza comercializado por Heineken en los tres primeros meses del ejercicio actual alcanzó los 51,6 millones de hectolitros, cifra un 2,1% inferior a la del mismo periodo de 2019.
Sin embargo, en marzo, a medida que varios países pusieron en marcha medidas de distanciamiento social y confinamiento, las ventas de cerveza de Heineken registraron una caída interanual del 14% en términos orgánicos, alcanzando el 15,3% en Europa, el 13,8% en América y el 10,6% en Asia Pacífico.
La compañía informó de que en España, el volumen de cerveza comercializado durante el primer trimestre disminuyó en torno al 5%, pero en marzo registró una caída de alrededor del 25%, con un descenso del 50% de las ventas al canal hostelería y un incremento de las destinadas al consumo doméstico próximo al 13%.
En el caso de Italia, por su parte, Heineken vio caer durante el trimestre el volumen de cerveza comercializado en un dígito único bajo, aunque tras el confinamiento en marzo las ventas disminuyeron un tercio, con un desplome equivalente a tres cuartas partes de la demanda hostelera y un incremento de la demanda doméstica de un solo dígito.
«En las últimas semanas, hemos adoptado las medidas necesarias para reducir nuestros costes, garantizar financiación adicional y adaptarnos a los rápidos cambios que observamos en nuestros mercados», indicó Jean-François van Boxmeer.
A este respecto, Heineken subrayó que está bien preparada para hacer frente a sus compromisos financieros, incluyendo el vencimiento de bonos por importe de 1.000 millones de euros del próximo 4 de agosto, así como al pago de un dividendo final correspondiente al ejercicio 2019 por importe de 1,04 euros por acción el próximo 7 de mayo, tras su aprobación en la junta general que tendrá lugar este jueves.
No obstante, la compañía advirtió de que se apartará de su estrategia de retribución al accionistas y no abonará dividendo provisional tras la presentación en agosto de sus cuentas del primer semestre de 2020.
Por otro lado, Heineken se ha comprometido a no realizar despidos estructurales como consecuencia de la pandemia de Covid-19 hasta el final de 2020 y la cúpula ejecutiva de la empresa ha acordado una reducción del 20% de su salario base entre mayo y diciembre de 2020.