Si vas a iniciar un negocio o ya lo tienes en marcha y necesitas ayuda, ha llegado el momento de elegir un buen socio. Pero acertar no siempre es sencillo, a veces nos dejamos guiar por los sentimientos en lugar de ser objetivos, y resulta que no siempre una familiar o un buen amigo es la persona idónea para permitirnos alcanzar el éxito con nuestro proyecto.
Uno de los errores típicos al emprender es no elegir bien el socio. Sin embargo, si te tomas el tiempo necesario y sigues los consejos que te vamos a dar, acabarás encontrando a la persona que complemente a la perfección tus habilidades personales y profesionales. Juntos podréis comenzar el camino hacia el éxito.
1Protege tus relaciones personales
Si piensas en un socio seguramente quienes primero te vienen al a cabeza son familiares y amigos. Pero ten en cuenta que si iniciáis un negocio juntos estáis poniendo en peligro esa relación. Cuando las cosas van mal a nivel profesional se vuelve muy complicado separar lo profesional de lo personal.
Puede que siendo objetivo tu pareja o un amigo sea tu socio perfecto. Si crees que es así, adelante, pero procura diferenciar muy bien los roles. Fuera del trabajo podéis ser familia o amigos y os debéis comportar como tales, pero en el negocio seréis sencillamente socios, dejando de lado la relación personal.