El consumo de aceite de oliva en los hogares de España se ha incrementado, de media, más de un 25,5% en el último mes (+97,7% la primera semana de confinamiento; +13,6% la segunda semana; +13,3% la tercera; +1,6% la cuarta; y -1% la quinta), con respecto al mismo periodo de 2019, motivado por la mayor compra en los domicilios ante la pandemia del Covid-19 y el estado de alarma.
En contraste con el aumento de la venta en los lineales de los supermercados, los olivareros continúa sin levantar cabeza después de más de dos años con bajos precios en origen. El responsable de la Sectorial de Aceite de UPA, Cristóbal Cano, critica que la única razón de que el sector continúe con unos precios en origen de ruina hay que buscarla en «los especuladores, que son los que se están beneficiando de esta situación».
En este sentido, Cano reivindica la aplicación real de la renovada Ley de la Cadena Alimentaria. En este sentido asegura que ya se están dando los primeros pasos, entre los productores de aceite de oliva, para poner en marcha la Ley al objeto de que todos los integrantes de la cadena, desde el productor hasta el consumidor, obtengan unos precios justos.
«Debemos recordar, en este sentido, que la Ley implica que los precios deberían cubrir los costes de producción del eslabón anterior, comenzando por los productores. Sin embargo, hasta el momento, y a pesar del aumento del consumo de aceite a nivel nacional, los precios que recibimos los olivareros se encuentran en los 2,14 euros por kilo de virgen extra», afirma Cano.
«Si a las exportaciones, que han aumentado con respecto a 2019 desde el inicio de la campaña de comercialización, unimos ahora el incremento del consumo en los hogares, un dato importante si tenemos en cuenta que el canal Horeca está cerrado, no es justificable de ninguna manera que los olivareros sigamos cobrando estos precios de ruina en origen», explica Cano. Seguimos perdiendo dinero porque no se cubren, ni por asomo, los costes de producción, cifrados por algunos informes, entre ellos los del Ministerio de Agricultura y del Consejo Oleícola Internacional, en 2,70 euros por kilo de aceite en el olivar tradicional que es el mayoritario en nuestro país», concluye.
En la última semana, el sistema Pool Red refleja que el precio del aceite de oliva virgen extra no ha superado los 2,14 euros, y esto se debe «a la especulación continúa campando a sus anchas«, asegura el representante de la organización agraria. «Algo que desde UPA no vamos a permitir y por eso estamos dando los primeros pasos para que, realmente, se cumpla la Ley de la Cadena», concreta el responsable de la Sectorial de Aceite.
Por último, Cano lanza una petición al Ministerio de Agricultura para que «ponga en marcha ya», el observatorio de precios que se incluye en la normativa, y reclama un cambio de tendencia en el sector olivarero. «Día a día se demuestra que tenemos un mercado que sigue vivo. Se sigue exportando aceite, se sigue consumiendo aceite, incluso hemos recuperado terreno perdido a nivel nacional. El aceite de oliva está cada vez más reconocido como una de las mejores grasas vegetales que se puede consumir. Y, sin embargo, los precios en origen continúan hundidos», argumenta Cano.
«Porque es perfectamente posible que, con lo actualmente paga el consumidor, con un reparto justo y equitativo para todos los eslabones de la cadena, podamos seguir los olivareros al frente de nuestras explotaciones», afirma Cano. En este escenario, desde UPA consideran «imprescindible» un giro en la dinámica del sector, «que devuelva el sentido a esta situación para que la coherencia vuelva al mercado del aceite del que se fue hace más de dos años», concluye Cano.