El pasado lunes acabó la hibernación económica y, con ella, se ha reactivado el sector de la construcción, parte de industria, e incluso las limpiadoras del hogar han podido volver a su rutina. De este modo, se han intensificado los servicios de transporte público urbano para evitar posibles aglomeraciones en las horas puntas.
Pero los trabajadores del transporte público urbano no están a salvo de un posible contagio de la pandemia del coronavirus, y muchas de estas empresas soportan un fuerte recorte de su personal.
Es el caso de Metro de Madrid, que ha tenido que aumentar la regularidad de sus trenes, pero con una plantilla bajo mínimos. El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) calcula que casi uno de cada cuatro empleados del ente público se encuentra de baja laboral por estar contagiado de coronavirus, o ser sospechoso de estarlo.
En concreto, según el sindicato, actualmente hay 179 casos positivos confirmados, 431 personas que permanecen en su casa «en observación» y 1.017 más que permanecen aislados por sospechas fundadas de que pudieran estar. Lo que supone que 1.627 trabajadores no trabajan, el 23% de la plantilla total, según publica El Confidencial.
CCOO denuncia que lo más preocupante de estas cifras es la evolución. «En algunos colectivos con mayor contacto social-laboral el número de positivos se ha duplicado desde la semana anterior».
Según el sindicato, los colectivos más afectados son el personal de estaciones (que cuenta con 549 empleados), el de maquinistas (475) y el de oficiales de mantenimiento (259).
«No nos dan datos sobre cuántas bajas hay ahora mismo por motivos diferentes al coronavirus, pero habitualmente este absentismo representa entre un 3% y un 4%, un porcentaje que unido al mencionado 23% rozaría el 30% en total», explica Juan Carlos de la Cruz, portavoz de CCOO en Metro, y añade que «nunca en la historia hemos tenido este nivel de absentismo».