Polisur es una empresa onubense que ha cambiado la fabricación de neveras de porexpan por la de máscaras de protección para prevenir el contagio del covid-19. La empresa valenciana SPB (Suavizantes y Plastificantes Bituminosos), por su parte, ha reforzado su plantilla para multiplicar la producción de hidrogeles y limpiahogares desinfectantes, muy demandados por los ciudadanos.
Son sólo dos ejemplos de cómo las empresas se están adaptando para combatir la pandemia, dentro de sus posibilidades. Lo hacen en el marco de la iniciativa #EstoNOtienequePARAR, creada al comienzo del estado de alarma, ha sido impulsada por más de 2.000 empresas. Su objetivo es reconocer públicamente, poner en valor y dar apoyo a todas las empresas, a sus trabajadores y a sus empresarios, que están haciendo lo que toca para que la rueda de la economía de España no pare.
Para ello, Polisur ha pasado, en tan solo una semana, de producir 12.000 unidades de máscaras de protección, a 35.000 unidades. La firma de fabricación de plástico de componentes industriales y artículos para la horticultura y el viverismo ha diseñado un molde para ser producido a escala industrial. Con sede en Lepe, cuenta con una plantilla de 200 empleados y dos plantas donde produce poliestireno expandido y tarrinas de plástico PET para frutas del bosque.
SPB ya fabrica alrededor de 90.000 unidades diarias de hidrogeles y limpiahogares desinfectantes. Antes de la aparición del virus, la producción de su gel hidroalcohólico de 75 ml era de entre 1.700 y 3.000 unidades. En la actualidad, el número llega a alrededor de 20.000 unidades. Además, ha puesto en marcha otro gel de mayor tamaño (250 ml). Este está destinado a la emergencia sanitaria, y la producción diaria es de entre 60.000 y 70.000 unidades.
También SPB ha incrementado en un 50% su producción de otras referencias eficaces para frenar el covid-19 como las lejías y los limpiahogares desinfectantes. De ahí que haya reforzado su plantilla, de más de 550 trabajadores, doblando turnos y contratando a 50 personas.
CAMBIO DE ORIENTACIÓN
Ante este contexto, y dentro de la iniciativa #EstoNOtienequePARAR, Polisur mantiene su actividad, pero una parte de la misma ha cambiado de orientación. Se trata de la línea dedicada a fabricar neveras de playa. Las 25 empleadas han pasado a producir máscaras protectoras hechas con PET y plástico inyectado. Constan de una bolsa kit que incluye una diadema, 3 pantallas y varios elásticos para poder adaptar la visera a cada persona. El proyecto cuenta también con la participación de su proveedor de materiales Plásticos Albert, a quien compra las piezas de plástico que Polisur utiliza para fabricar sus productos. En este caso, les proveen de las diademas.
Polisur vende sus viseras de protección a cooperativas, empresas, farmacias y particulares. Sus previsiones apuntan a donar alrededor de 150.000 a los hospitales andaluces. Además, ya ha entregado 3.000 al hospital Valld’Hebron, de Barcelona, y otras 3.000 al hospital de Ifema.
Por lo que respecta a SPB, ha puesto su capacidad productiva, sus instalaciones y materias primas a disposición de las autoridades públicas y sanitarias. Asimismo, está colaborando con ONGs e instituciones humanitarias como la Cruz Roja. Al principio de la crisis, Polisur apostó por intentar fabricar respiradores para los enfermos de coronavirus en la UCI. El mismo día que empezó el estado de alarma montaron un respirador y lo probaron en el centro de investigación sanitaria de la Junta de Andalucía en Granada. Abandonaron el proyecto dada la alta complejidad de variables para que el producto pudiera cumplir con las garantías.