Pese a que el ruido mediático va y viene, en función de la época electoral, las sicavs siguen siendo uno de los instrumentos financieros más utilizados en España. Los altos patrimonios las utilizan para canalizar su dinero hacía el mercado y obtener una importante rentabilidad, sin apenas coste fiscal. Una práctica a la que también se han sumado políticos, aunque muchos las defenestran. El último ha sido Alfonso Rodríguez-Hevia, exsenador del PP entre 2016 y 2019, que desarrolló su trabajo sobretodo desde el punto de vista sanitario.
El vehículo de inversión del exsenador se inscribió en el Registro Mercantil con el nombre de Blacksmith Capital Sicav, el pasado 30 de marzo. Rodríguez-Hevia aparece como consejero delegado del instrumento cuyo socio único es la firma financiera leonesa Herrero Brigantina. La misma compañía lo fichó meses después de cerrar su etapa como representante público para desarrollar la labor de director general. Junto al leonés aparecen otros nombres relacionados con dicha empresa como Samuel Lopez Pérez, Antonio Lamas o Francisco Góngora Hidalgo.
La sicav ha comenzado a rodar con el capital mínimo exigido por ley que es de 2,4 millones de euros, que han sido totalmente desembolsados. Aunque, Rodríguez-Hevia y su equipo esperan atraer más fortunas a la misma para aprovechar el rebote del mercado tras el colapso producido por el primer impacto del coronavirus. De hecho, el objeto social es el de «la captación de fondos (…) para gestionarlos e invertirlos». Además, el expolítico del PP ha confiado en Renta 4 como entidad depositante y en Ernst & Young como auditora de la misma.
RODRÍGUEZ-HEVIA COMO EXPERTO EN TEMAS SANITARIOS
El perfil sanitario del directivo le convierte, en mitad de una pandemia que tiene paralizado el mundo, en una guía para afrontar la actual situación. Antes de aventurarse en la jungla política que es el Senado de España, Rodríguez-Hevia se dedicó a la gestión de hospitales públicos. Así, entre 1992 y 2004, el leonés pasó por tres hospitales diferentes como son los de Santa Bárbara (Soria), el de Albacete y el curioso Hospital Adaro (Sama, Langreo). En éste último, tuvo que llevar una reconversión del modelo, puesto que se trataba de un antiguo centro de salud minero que se inauguró en 1914.
Su última aventura fuera de la política, hasta la actual, fue como director gerente del Hospital El Bierzo, en Ponferrada (León). La gestión y los logros efectuados, entre 2004 y 2015, entre los que el propio Rodríguez-Hevia destaca haber logrado «el primer centro sanitario publico de Castilla y Leon en conseguir el Sello de Excelencia Europea», le granjearon el renombre suficiente para ganar la carrera en la región leonesa como su representación política en las Cortes. Aunque, después han aparecido algunas lagunas como plantas sin abrir, choques con los empleados o la deficiencia de material que ha destapado la llegada del coronavirus.
LA POLÍTICA, UN SALTO DE PRESTIGIO IMPORTANTE
El salto de los hospitales a la política no fue importante, desde el punto de vista económico, pero si en notoriedad. Una tendencia que salvo para muchos aquellos que vienen de las universidades públicas o de montar alborotos en las calles suele ser la tónica habitual. El sueldo como senador de Rodríguez-Hevia, algo más de 81.000 euros, se situó por debajo de los más de 90.000 euros anuales que cobraba como director gerente. Cantidad que alcanzó gracias a que su antigüedad era superior a diez años. Pero, lo que no ganó en dinero lo ha hecho en notoriedad.
Así, tras su pasó por la política ha podido saltar a la dirección de una firma financiera con bagaje internacional, como es el caso de Herrero Brigantina, donde su sueldo puede multiplicar varias veces el de senador. De hecho, la firma desarrolla su actividad en el sector de la mediación aseguradora, con una década de vida, y que ya tiene hasta 23 oficinas por todo el territorio nacional y cuenta con representación en Reino Unido, EEUU y Holanda. Para todo ello, cuenta con más de 200 profesionales y, ahora, muchos más contactos políticos y empresariales.
