No parece que le vayan muy bien las cosas al sector de la cerveza. Es cierto que cada año se vende más, pero la aparición de nuevas marcas -en parte por la eclosión de las artesanales- ha generado una gran debilidad en algunas de esas compañías. Según datos de Iberinform, el 20% de las empresas cerveceras españolas presentan un riesgo muy elevado de suspender los pagos.
De nada parece ayudarles que, según Cerveceros de España, el año pasado se vendieran 33 millones de hectolitros, ni que las exportaciones se hayan multiplicado por cuatro en la última década. La realidad es tozuda y muestra cómo un tejido productivo muy disperso -como es el cervecero- puede plantear problemas a la larga. Ahora mismo hay en España 400 compañías, de las que el 80% son microempresas, el 15% pymes y sólo un 5% han conseguido ser grandes empresas.
Las cerveceras piden al Gobierno que no suba el IVA para evitar la recuperación del consumo
Así que no es de extrañar que -a corto plazo- empecemos a ver procesos de concentración empresarial con el objetivo de ganar tamaño y hacer frente a los problemas. Porque no hay que olvidar que hablamos de uno de los negocios que -bien gestionado- puede resultar muy rentable. La muestra está en que, la cerveza, puede llegar a suponer cerca de una cuarta parte de la facturación de la hostelería -algo que se eleva hasta el 40% en el caso de locales con menos de 10 empleados-.
¿Qué ocurrirá a partir de ahora? Parece una incógnita. No tanto para los grandes grupos como para las compañías más pequeñas. Aunque todos ponen las barbas a remojar, sobre todo porque el Gobierno estudia una modificación de los impuestos de cara al año que viene. Así que los cerveceros, junto a las compañías de bebidas espirituosas, ya han pedido que no se toque el IVA para no entorpecer la recuperación del consumo.
El 20% del sector cervecero está en riesgo de impago
Entre los argumentos para que esto no ocurra, algunos clásicos de ayer, hoy y siempre. El que las cerveceras españolas ayudan a generar en España cerca de 344.000 puestos de trabajo; que el Estado ingresa 3.600 millones de euros en impuestos y aporta -según sus cálculos- el 1,4% del PIB.