miércoles, 11 diciembre 2024

El ‘diálogo trampa’ que la Generalitat le quiere imponer al Gobierno

Hace unos días, antes de la Diada y de los dos plenos en los que saltándose todas las reglas básicas de la democracia se impuso la votación de las leyes del referendum y la de transitoriedad, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, cenaba mano a mano con el líder del PSOE, Pedro Sánchez. Puigdemont sabía que al día siguiente Sánchez iría a ver a Mariano Rajoy, y que por lo tanto le trasladaría el contenido de la cena, como en efecto ocurrió.

Por eso el presidente de la Generalitat quiso utilizar ese encuentro para enviarle un mensaje a Mariano Rajoy: estaba dispuesto a renunciar al referendum si el Gobierno se sentaba a negociar las condiciones de un nuevo referendum a hacer cuando el Gobierno quisiera y convocado por ambas partes de común acuerdo. En el encuentro Sánchez ya le dijo al presidente del Govern que en las actuales circunstancias eso era imposible, pero aún así trasladó el mensaje.

Punto de no retorno

Rajoy escuchó lo que tenía que decirle Pedro Sánchez pero, en este caso, ambos dirigentes estaban de acuerdo en que se había llegado a un punto en el que no era posible negociar nada, y que habrá que esperar a ver que ocurre después del 1-O antes de plantear ninguna salida a esta situación. Pero, dicho eso, el Gobierno se teme que la Generalitat quiera utilizar ese argumento para echarle la culpa al Gobierno.

De hecho, en los últimos días han sido varios los mensajes enviados por el entorno independentista en el sentido de poner la pelota en el tejado del Gobierno invitando a éste a hacer una propuesta de negociación que permita parar el referendum. “Es un diálogo trampa”, dicen fuentes del Ejecutivo. “Lo que quieren es que el Gobierno se niegue y así poder acusarle de ser el responsable de que ellos sigan adelante con el referendum”.

“Lo que ocurre –añaden estas fuentes- es que están siendo conscientes de que el referendum va a ser un fracaso, y necesitan una excusa, y la excusa que están buscando es culpar al Gobierno por no querer negociar. Pero, ¿qué vamos a negociar ahora? ¿Otro referendum? No tendría sentido una vez llegados a donde hemos llegado”, concluyen. Ahora el Gobierno sólo quiere hacer frente al desafío independentista. Y después, “ya veremos”.


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