La cadena británica de supermercados Tesco registró un beneficio neto atribuido de 971 millones de libras (1.101 millones de euros) en su año fiscal, finalizado en febrero, lo que equivale a un retroceso del 23,7% en comparación con el ejercicio anterior, según ha informado este miércoles la empresa.
La cifra de negocio de la firma en los doce meses fiscales creció un 1,3%, hasta situarse en 64.760 millones de libras (73.554 millones de euros). Por áreas geográficas, los ingresos procedentes de Reino Unido e Irlanda se situaron en 52.898 millones de libras (60.081 millones de euros), un 2,4% más, mientras que en Europa Central facturó 5.576 millones de libras (6.333 millones de euros), un 11,5% menos, y en Asia creció un 7%, hasta 5.218 millones de libras (5.926 millones de euros).
La cifra de negocio de su filial bancaria, Tesco Bank, cerró el año fiscal con una facturación de 1.068 millones de libras (1.213 millones de euros), un 2,6% menos.
De su lado, el coste de los productos vendidos se elevó en un 1,6%, hasta situarse en 60.180 millones de libras (68.352 millones de euros), mientras que los gastos administrativos se mantuvieron prácticamente estables en 2.060 millones de libras (2.340 millones de euros). Al tiempo, los costes financieros crecieron un 14%, hasta 1.244 millones de libras (1.413 millones de euros).
Con respecto a la situación actual generada por la crisis del coronavirus Covid-19, el consejero delegado de Tesco, Dave Lewis, que los picos de compra llevados por el «pánico» han desparecido y el servicio «está volviendo a la normalidad.
«Hay costes extraordinarios significativos en el hecho de alimentar a la nación este momento, pero están compensados en gran parte por la moratoria en el pago del Impuesto sobre Sociedades», ha agregado el ejecutivo.
