El sector turístico es la gran víctima de la crisis económica provocada por el covid-19. Para evitar el contagio del virus, todo el mundo está confinando en sus casas y los Gobiernos han cerrado aeropuertos, puertos y carreteras. De manera que las aerolíneas se han quedado sin su materia prima, los pasajeros.
Cuando se complicaron las cosas en España, a principios de marzo, las principales empresas del sector cancelaron todos los vuelos de ese mes. Entonces, enviaron un mensaje a sus clientes dándole la opción de recuperar el dinero u obtener un bono para volar más adelante. Hasta ahí todo bien.
El problema llegó luego. Nadie sabe cuándo se podrá salir de casa, ni si se podrá viajar este verano, ni qué país será el primero o el último en abrir sus fronteras. De manera que no se puede calcular el impacto económico. Para curarse en salud, las aerolíneas empezaron a reducir costes, fueron las primeras empresas en anunciar ERTEs y avisaron de que suspendían su actividad (la de volar) hasta junio aproximadamente.
OLEADA DE RECLAMACIONES
Entonces llegó la segunda oleada de reclamaciones, la de los pasajeros que tienen vuelos en abril (bastantes, por cierto, coincidiendo con Semana Santa) y las dudas sobre si reclamar los vuelos de mayo, ante la falta de respuesta. Pero esta vez no se han mostrado tan generosas, de hecho, en la mayoría de los casos no contestan (según explican a MERCA2 varios afectados).
Así, desde reclamador.es explican que en los últimos días se ha disparado el número de afectados que usan su plataforma para pedir a las aerolíneas que le devuelvan el dinero de su billete debido a que la mayoría se están negando a efectuar el reembolso, y ofrecen como única alternativa un billete sin fecha para volar de aquí a 2021.
En los últimos días han registrado una media de 100 reclamaciones y va en aumento. Ryanair y Vueling son las más guerreras, ya que acaparan más del 60% del total de reclamaciones. El Grupo Iberia, que incluye a Iberia, Iberia Express y Air Nostrum, acumula más del 17% y Air Europa, un 10,2%.
EN CIFRAS: ¿TIENEN LIQUIDEZ?
Las aerolíneas se respaldan en la falta de liquidez por el impacto del coronavirus (estiman que la demanda será baja todo el año) y pueden acabar en quiebra si tienen que usar todo el dinero de los billetes que ya han vendido. De hecho, para evitar la bancarrota muchas aerolíneas están negociando con sus respectivos gobiernos y la Unión Europea para que se suspenda temporalmente el reembolso de los billetes.
Teniendo en cuenta los datos de hace un año, se observa que las pérdidas son millonarias. Ryanair transportó en marzo de 2019 a 10,9 millones de pasajeros y otros 13,5 millones en abril. IAG, transportó ese mismo mes a 9,16 millones y en abril otros 9,85 millones de pasajeros. Pero tienen que asumir las pérdidas de al menos 3 meses.
IAG es el holding aéreo con más liquidez de Europa, pero tiene que dar respuestas a muchas más compañías (Iberia, Vueling, British Airways y Level), en caja tienen unos 7.500 millones de euros según datos aportados por la empresa para hacer frente a la crisis. Si acceden a líneas de crédito, la cifra asciende a 9.200 millones, lo que les da bastante margen.
Por su parte, Ryanair tienen en tesorería 3.500 millones de euros. En línea con Lufthansa que cuenta con unos 3.700 millones. Easyjet tiene 1.900 millones y Air France, la más desahogada, 4.500 millones de euros.
Con este dinero deberían poder hacer frente a gastos fijos y a los reembolsos, pero tratan de ser prudentes. Ante este escenario, los expertos insisten en que estas compañías no pueden dejar de cumplir su obligación y al mismo tiempo disfrutar de las ayudas públicas.
¿QUÉ DICE EUROPA?
La Comisión Europea dejaba claro esta semana que las compañías aéreas que operan en la Unión Europea están obligadas a ofrecer al pasajero el reembolso del billete si su vuelo ha sido cancelado por el coronavirus, y sólo pueden sustituir el dinero por bonos de viaje si el cliente quiere.
Pero la cosa cambia si la aerolínea no cancela el vuelo y es el pasajero el que decide no volar o reclamar antes de que la empresa lo notifique, según las directrices sobre los derechos de los pasajeros de la CE, estas empresas no están obligadas a devolver el dinero si es el pasajero el que cancela el vuelo por iniciativa propia. La mejor opción es esperar.
Ryanair estima que no podrá volver a volar antes de junio. Por ello, los pasajeros que se vean afectados por la cancelación de alguno de sus vuelos como resultado de estos cierres, recibirán un correo electrónico explicando que pueden solicitar un reembolso o cambiar el vuelo.
IAG también anunció que recortará su operativa para los meses de abril y mayo en un 90%. Y ofrece la posibilidad de solicitar un bono por el importe del billete. Mientras que Air Europa, en trámite de compra por parte de Iberia, ha puesto sobre la mesa una serie de medidas alternativas para aquellos que tuvieran previsto volar entre el 1 de marzo y el 15 de junio, como cambiar la fecha o guardar el importe del billete para una compra futura.