La situación creada por la pandemia está afectando al campo en todos sus aspectos. No sólo a los agricultores, que ven cómo les falta mano de obra para poder recoger sus cosechas. También está afectando a los ganaderos. Aunque es tiempo de cuaresma, y la carne es pecado para algunos comensales, lo cierto es que, durante la Semana Santa, el consumo de carne sufre un repunte. Un mayor consumo que este año no se dará dado el cierre de bares y restaurante. Makro quiere echarles una mano.
Por eso, Makro ha alcanzado un acuerdo con el proveedor segoviano Muñoz Berzal Hermanos. Gracias a dicho acuerdo, la cadena espera vender vender cerca de 500 corderos durante la próxima semana. De esta manera, da un empujón a la cadena alimentaria y a los pequeños agricultores y ganadores. Estos últimos estaban también lanzando su particular grito de ayuda al ministerio porque se les estaba amontonando la materia prima.
Makro espera vender cerca de 500 corderos durante la próxima semana a un precio competitivo
Fruto de esta acción, el desperdicio no será tal. Porque desde comienzos de esta semana, hasta el próximo día 13 de abril, los clientes de Makro podrán optar, en todos sus centros repartidos por la la Península Ibérica, ofertas interesantes de cordero de Castilla y León.
MAKRO Y LA SOSTENIBILIDAD
Las ventas de carne de cordero se han desinflado desde que se instituyó el estado de alarma a mediados del mes de marzo. Se trata de una de las carnes que más está sufriendo el cierre de restaurantes y hoteles.
Queremos mantener, en esta difícil situación, el apoyo a la cadena alimentaria, así como a ganaderos y agricultores que se han visto gravemente perjudicados por la actual crisis», señala Marta Pérez Postigo, directora de Comunicación de Makro España. Y añade: «Con esta primera acción dirigida a ganaderos ovinos castellanoleoneses pretendemos promover el consumo de este delicioso manjar que forma parte de nuestra gastronomía».
Gracias a este acuerdo, la compañía prevé vender cerca de 500 unidades durante los próximos días. Todos salen ganando, ya que el producto se vende. Y, al hacerlo, se evita el desperdicio alimentario.
Se trata de una iniciativa más de Makro enmarcada dentro de su estrategia de sostenibilidad. La misma tiene como objetivo ofrecer productos de máxima calidad, apostando por pequeños y medianos productores locales. Así garantiza una gastronomía sostenible y respetuosa con el entorno.
