En los últimos días, tanto la OMS como los Gobiernos de algunos países europeos, están considerando su postura con respecto al uso de mascarilla. Hasta ahora no era una opción obligatoria, excepto para las personas infectadas. Ni tan siquiera se recomendaba su uso, ya que un manejo incorrecto puede ser más arriesgado incluso que salir a la calle a cara descubierta. Pero la efectividad demostrada en países asiáticos y el problema que suponen los pacientes asintomáticos, están provocando un cambio de perspectiva, por lo que posiblemente, en cuanto haya mayor disponibilidad de este producto, se recomendará el uso generalizado de mascarillas en todos los lugares públicos. De momento, estos elementos de protección deben reservarse para sanitarios o trabajadores de cara al público, que son quienes más los necesitan. Existe la opción de fabricar mascarillas de tela casera, siempre y cuando se utilicen tejidos hidrófugos. Pero para que la efectividad de las mascarillas sea real, es importante seguir unas normas.
1LAVARSE LAS MANOS
Es el mantra diario desde que nos asoló el coronavirus, y es una de las medidas más importantes junto con el distanciamiento social. Así pues, antes de ponernos la mascarilla, o tan siquiera tocarla, hay que lavarse las manos. Así evitaremos que se contamine. Mientras nos la ponemos, hemos de tener cuidado de no tocarnos la cara, para asegurarnos completamente de que no va a haber gérmenes en la zona que queremos proteger.