2020 está sorprendiéndonos a todos por la gran volatilidad imperante en prácticamente todos los mercados. La irrupción del cisne negro del coronavirus en la vida económica mundial ha trastocado las previsiones de los analistas y ha sembrado de incertidumbre el mundo de las finanzas: desplomes bursátiles históricos, rebotes sorpresivos, etc. Hoy vamos a centrarnos en uno de los mercados que más está dando que hablar en estos meses, el del petróleo. Y es que todo apunta a que será uno de los más movidos en los próximos meses.
La volatilidad es la nota dominante en el mercado del petróleo
Los gráficos del precio del petróleo en eToro ilustran a la perfección el estado actual del precio de petróleo: desplomes y rebotes que han dado lugar a unos niveles de volatilidad poco frecuentes en los mercados financieros en condiciones normales. El CEO de este popular bróker online, Yoni Assia, afirmaba recientemente que los usuarios de su plataforma han estado operando en este mercado con especial interés en los últimos tiempos, a la caza de las fluctuaciones en los precios para tratar de obtener grandes beneficios. Aunque esta pesca en aguas revueltas no es apta para cardíacos: el precio del petróleo ha llegado a experimentar variaciones del 30 % en un solo día. Es decir, el mercado del petróleo ofrece muchas oportunidades para los operadores de los mercados, pero también plantea desafíos para quienes operen con peor destreza en escenarios de gran volatilidad como el que estamos viviendo.
Se prevé una estabilización cuando se reduzca la incertidumbre provocada por la pandemia
Podría afirmarse que el mercado del petróleo ha sufrido un terremoto, desencadenado por la propagación mundial del coronavirus. La pandemia ha puesto en jaque el dinamismo de la economía globalizada de hoy en día: aerolíneas con los aviones en tierra, fábricas con la producción detenida, descenso espectacular de los desplazamientos, etc. Todo ello ha ejercido una enorme presión bajista sobre una materia prima que en circunstancias normales tiene una gran demanda. Al haber caído tanto la demanda del petróleo, la cotización ha sufrido un shock y se ha desplomado. Pero lo cierto es que hay motivos para augurar una recuperación más o menos pronta de la cotización del petróleo. Por una parte, las grandes potencias productoras de petróleo, como Rusia y Arabia Saudí, están llevando a cabo un recorte en su producción de barriles. Por otra parte, en cuanto se relajen o levanten las restricciones derivadas de la cuarentena, se espera un alza inflacionista que ejercerá un impulso alcista sobre el precio del petróleo.
En resumen, el mercado del petróleo está viviendo una situación anómala debido a la inesperada irrupción del coronavirus, que ha llevado a la economía mundial al borde del parón total. Pero todo apunta a que la cotización del oro negro se estabilizará en cuanto comience a reactivarse la economía. Cuando los aviones vuelvan a despegar, los coches a circular y las fábricas a producir, la demanda se reactivará y parece poco probable que los precios actuales del petróleo permanezcan en estos niveles tan bajos, prácticamente en niveles de mínimos históricos.