Por desgracia, a día de hoy aún son muchos los que consideran que lo de guardar latas y botes de conservas en el frigorífico es peligroso. Pero lo cierto es que realmente es dañino para la salud, y hay que tratar de concienciar a la sociedad de los peligros que conlleva un mal cuidado de los alimentos.
Queda un largo camino por recorrer, pero si aprendemos algo de las razones por las que no se debe llevar a cabo este proceso, estaremos acortando el camino. Y es que hay ciertas ‘lagunas’ a la hora de poder guardar estas conservas cuando no puedes comer más. Quédate y descubre cómo solucionar este problema, y es que, ¿quién no se ha hecho con un arsenal de estas latas en Mercadona alguna vez?
1Alimentos en conservas
A día de hoy, son muchos los alimentos que se pueden guardar ya sea en botes o latas de conservas, las cuales pueden varias en forma y tamaño. En estas se puede encontrar aceite, verduras, frutas, pescado, sopas, carnes e incluso muchos platos preparados. Las latas son envases de metal que se usan para el almacenamiento de alimentos y bebidas. Por lo general, están hechas de aluminio y acero laminado, le cual es resistente a la oxidación. Con el paso del tiempo, la tecnología ha puesto a nuestra disposición una gran variedad de alimentos enlatados, y todo gracias al avance de los procesos de manufactura.
Estos resultan ser envases que aportan una gran protección al alimento, además de una larga conservación, normalmente de 3 a 5 años. Y es que son recipientes herméticos y bien sellados al vacío en los que se introduce el alimento después de haber sido sometido a un proceso térmico en el que se han destruido los microorganismos e inactiva las enzimas. Según se enfría el alimento, se forma un vacío en la lata o bote, que impide la entrada de cualquier bacteria mientras el envase siga cerrado, lo que lo mantiene estéril.