Molly Smith para Bloomberg.
Apple está vendiendo bonos una vez más para financiar su actual ronda de recompra de acciones y dividendos. El fabricante de los móviles iPhone está vendiendo su deuda hasta en cinco partes. La más grande, con una garantía de 30 años, puede alcanzar un rendimiento de 1,125% sobre los bonos del Tesoro, aunque es un porcentaje menor al inicial de 1,25%.
Con la subasta, Apple está rumbo a conseguir 300.000 millones de dólares (251.667 millones de euros) en capital para sus accionistas, a partir de marzo de 2019. Luca Maestri, director financiero de la firma, dijo que a inicios de julio la compañía tenía un flujo de caja 261.000 millones de dólares (218.950 millones de euros), del cual 94% estaba fuera de los Estados Unidos.
A inicios de julio la compañía tenía un flujo de caja 261.000 millones de dólares
El mes pasado, la empresa con sede en Cupertino, California, declaró un dividendo trimestral regular de 63 céntimos por acción. La venta de los bonos ocurre una semana antes de que Apple anuncie al sucesor del iPhone 7 y iPhone 7 Plus, durante un evento de lanzamiento previsto a realizarse en su nuevo campus.
En el modelo más reciente del teléfono móvil se elimina el concepto del botón de inicio, a pesar de que antes era una característica que definía al dispositivo. Este cambio vendrá junto otras mejoras y actualizaciones, según reportó Bloomberg el mes pasado. El iPhone es el producto más importante de la compañía y el responsable de por lo menos dos tercios de las ventas.
Apple hace su séptima emisión de bonos de 2017 justo después de la calma provocada por el feriado del Día del Trabajo en los Estados Unidos. Otros emisores que hicieron lo mismo son Home Depot, que vendía una deuda de 1.000 millones de dólares (838.890 millones de euros) e International Business Machines, que participó en la subasta con un acuerdo de cinco partes.
Apple consiguió 2.500 millones de dólares (2.097 millones de euros) en su primera venta de bonos canadienses el mes pasado. Mientras que en esta oportunidad la operación está siendo manejada por Goldman Sachs, Bank of America y Deutsche Bank.