La inflación en la zona del euro aumentó más de lo que los economistas pronosticaron, pero las presión de los costos subyacentes no se aceleró, subrayando la lucha del Banco Central Europeo por la estabilidad de precios días antes de que los funcionarios se reúnan par debatir el futuro de su programa de estímulos.
Los precios al consumidor subieron 1,5% en agosto tras un alza de 1,3% en julio, según la oficina de estadísticas de la Unión Europea. Es el resultado más alto en cuatro meses y supera la previsión media de 1,4% revelados en una encuesta de Bloomberg.
La aceleración, que obedece casi exclusivamente a los precios energéticos, sigue más fuerte de lo esperado en Alemania y en España. La inflación subyacente -o núcleo- de la zona euro, que elimina elementos volátiles o el combustible, se mantuvo en un tibio 1,2%.
El crecimiento en la región está en repunte, a medida que la confianza en la economía alcanzando el máximo en una década y los últimos datos sobre desempleo, también publicados este jueves, mostrando una tasa de 9,1%. Sin embargo, aún no se traduce en una inflación más acelerada, a pesar del programa de compra de bonos de 2,3 billones de euros. Los funcionarios del BCE deben debatir el futuro de su plan de flexibilización cuantitativa, que está previsto a expirar a finales de 2017.
El BCE es probable que tome “una postura cautelosa en su reunión de la próxima semana”, dijo Jennifer McKeown, economista jefe de Economics Capital en Londres antes de publicar los datos. “No querrá deshacer la base establecida para que las compras de activos se afilen en 2018, pero no creo que quiera establecer planes firmes aún”.
El euro se ha apreciado 13% frente al dólar desde inicios de 2017
Mario Draghi, presidente del BCE, parecía atemperar las expectativas sobre cualquier liquidación al plan de estímulos, en su discurso en Jackson Hole, Wyoming, la semana pasada. “Un grado significativo de acomodamiento monetario sigue justificado”. El Consejo de Gobierno del BCE se reunirá el 7 de septiembre en Frankfurt.
Una razón de preocupación puede ser la apreciación del euro, que ha subido 13% frente al dólar desde comienzos de año, lo que ha provocado un endurecimiento de las condiciones monetarias.
Actas de la reunión más reciente del BCE muestan que algunos funcionarios estaban preocupados por el fortalecimiento del euro. Eso pone a los inversores en alerta ante un posible control sobre la moneda.
Sus comentarios de Jackson Hole están en línea con las declaraciones en su conferencia de prensa de julio y destaca la divisiones dentro del Consejo de Gobierno antes del próximo anuncio de política monetaria, que también incluirá previsiones económicas actualizadas.
En contraste con el tono de Draghi, el presidente del Bundesbank, Jens Weidman, dijo al Boersen-Zeitung que no veía necesidades de extender la flexibilización cuantitativa durante 2018.
“La forma en que el euro se ha fortalecido en 2017 ha superado las expectativas”, coincidió Stephen MacKlow-Smith, director de estrategia de renta variable europea en JP Morgan, en una entrevista televisada con Manus Cranny.