Los fabricantes automovilísticos alrededor del mundo envidian el saludable crecimiento y las fuertes ganancias del Jeep, subsidiaria del fabricante multinacional Fiat Chrysler Automobiles que le ve más potencial a la marca y apuesta en ella a la hora de competir con gigantes globales como Toyota, Volkswagen y Ford.
El fabricante multinacional de coches ha pronosticado que las ventas anuales de Jeep brincarán alrededor del 30% durante el próximo año a dos millones de vehículos y predicen que podrían entregar siete millones de unidades anuales gracias al apetito que provocan las subidas de los vehículos utilitarios deportivos (SUV, por sus siglas en inglés) en el mundo, según el director ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne.
Sus predicciones implicarían un crecimiento impresionante para una marca enfocada en los Estados Unidos -son coches todoterrenos-, que tuvo poco más de 300.000 ventas en el año 2009, cuando Fiat tomó el control de Jeep como parte de su adquisición de Chrysler.
Únicamente el compacto y asequible Toyota Corolla promedia un millón de ventas anuales, lo que el Jeep quiere alcanzar
Incluso si Marchionne tiene razones para ver un gran crecimiento en las ventas de los todoterreno, este nivel de expansión no tendría precedentes. Jeep necesitaría al menos un modelo anual para vender más de un millón al año. Únicamente el Toyota Corolla, un coche compacto y asequible, muy diferente a lo que Jeep ofrece, promedia ese volumen de ganancias desde que inició la década, según IHS Markit.
Marchionne, un ejecutivo de 65 años, ha ayudado a especular sobre el futuro de Jeep al soltar que Fiat Chryler se dividiría en distintas unidades de negocio. Lo cierto es que ahora el foco del mercado se posa en la marca Jeep, un punto esencial para atraer socios.
“No veo cómo Fiat podría vender ese coche”, dijo Maryann Keller, analista de la industria y ex consultora de Jeep. “Lo que obtengan por este coche difícilmente reemplazará lo que ya han perdido”.
Los ejecutivos de Fiat están considerando alternativas, lo que incluye un plan para dividir a las exclusivas marcas Maserati y Alfa Romeo, según fuentes vinculadas a las discusiones. La compañía tiene la intención de mantener a la marca Jeep como ancla del negocio automovilístico, dado que atrae a grandes masas. Eso también incluye a las marcas Dodge y Ram, según la fuente que pidió no ser identificada.
La marca Jeep fue valorada por Morgan Stanley en 23.000 millones de euros, transformándose así en un actor de peso global. La producción de coches todoterreno ya comenzó en la India, luego de abrir nuevas plantas en China, Brasil e Italia. Marchionne ve en los vehículos utilitarios deportivos el potencial de convertirse en un tercio de las ventas de la industria a escala global, lo que representa unos 35 millones de coches anuales. Con su sello, quizá podría alcanzar una quinta parte del mercado con prontitud.
Lo cierto es que la línea de la marca se ampliará con la adición de Wagoneer, Gran Wagoneer y una furgoneta para los próximos años, que se unen al Renegade, Compass, Cherokee y Grand Cherokee en las salas de exposición. Para alcanzar las proyecciones de ventas de Marchionne, los modelos tendrían que combinarse para vender 50% más de lo que hizo Fiat en 2016.
Richard Hilgert, analista automovilístico en Morningstar, hizo algunos comentarios respecto a las proyecciones de Marchionne a largo plazo. Señaló, por ejemplo, que en el pasado se solía dudar que Jeep alcanzaría las dos millones de ventas anuales para 2018, una proyección que ahora parece accesible.
Negocio subóptimo
Marchionne justificó por qué dividiría a Jeep del resto de Fiat Chrysler durante su presentación de resultados trimestrales, advirtiendo que el resto de la empresa no estaba tan sana. “Si empezamos a dejar de lado todas las cosas que parecen interesar a la gente, creo que terminaremos con un negocio subóptimo que no puede ejecutarse”.
Fiat está en conversaciones con Volkswagen para la producción conjunta de coches ligeros
Sin una marca robusta a escala global, Fiat Chrysler tiene muy poco que ofrecer. El fabricante de automóviles detenta la flota de menor consumo de combustible en los Estados Unidos, y destina mucho menos que sus rivales hacia la tecnología de conducción autónoma. La compañía está en tempranas conversaciones con Volkswagen para producir conjuntamente coches ligeros, según un par de fuentes allegadas.
La división con Maserati y Alfa Romeo probablemente ayude a Fiat a alcanzar su meta de eliminar 4.200 millones de euros en deuda para finales de 2018. Las operaciones de estos lujosos coches podrían valer unos 7.000 millones de euros, mientras que sus componentes alcanzarían los 5.000 millones de euros, según analistas.
Sumamente infravalorada
Las acciones de Fiat Chrysler en los Estados Unidos y en Italia cerraron en máximos este miércoles. El alza continuó el jueves cuando ganaban 6,5% en Milán y trepaban 4,4% en Nueva York.
Las especulaciones rodean a Fiat y sus inversores se han dado cuenta de que la compañía está “sumamente infravalorada”, según Hilgert. Las acciones cotizadas en Milán se encuentran entre las más baratas del índice Stoxx 600 Automobiles & Parts.
“Ahora estamos empezando a ver beneficios en la valoración y está en el foco de los inversores”, sostuvo Hilgert. “Hay activos valiosos en esta organización después de todo”.