Hasta hace bien poco, más concretamente a la antesala de la propagación del coronavirus en España, uno de los temas más controvertido era el de las casas de apuestas. El ‘boom’ de este negocio había derivado en decenas de establecimientos en cada rincón, a escasos metros de centros educativos y otras zonas transitadas por menores de edad. El nuevo Gobierno, con Alberto Garzón de ministro de Consumo, anticipó medidas realmente restrictivas que luego no fueron tales.
Ahora el tema ha quedado en un segundo plano, como todo, debido al coronavirus. Las casas de apuestas, tan frecuentadas en los últimos meses, han tenido que cerrar debido al Estado de alarma decretado por el Gobierno. Meses muy malos dónde económicamente se resentirán. Tienen la baza online, el sector que más ha crecido, pero ahí el problema es el mismo: los deportes más relevantes han cesado su actividad por esta epidemia mundial, definida así por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sólo hay que echar un vistazo a Bet365, una de las casas de apuestas más famosa del mundo, para vislumbrar que los mercados no tienen un fuerte atractivo. Ni Champions, ni NBA ni competiciones de motor atractivas. Lo primero que aparece en la ‘home’ de su página web es el tenis de mesa, un deporte que no genera un gran impacto. Probablemente una de las bazas más llamativas en estos momentos sean los Esports que tanta fama han alcanzado en los últimos años y cuya actividad se puede sostener en estos momentos.
LAS CASAS DE APUESTAS BUSCAN ALTERNATIVAS
Sin ir más lejos la semana pasada Ibai Llanos, de la mano de LaLiga, organizó un torneo benéfico con futbolistas de LaLiga Santander. Un acto benéfico para luchar contra el coronavirus y que WilliamHill, otra casa de apuestas, aprovechó para lanzar al mercado cuotas con ese torneo. Una medida muy polémica que desató cientos de críticas en las redes sociales. Si algo dejó claro es la necesidad que ahora tienen estos negocios de sacar tajada de donde no pueden.
Ahora a las casas de apuestas les queda la que en un día fue su esencia: las carreras de caballos. Con las principales competiciones detenidas, estos mercados siguen activos. Son los que un día catapultaron su fama y los que ahora pueden seducir a muchas de las personas adictas (o no) al juego. Lo que está claro es que como muchas otras compañías, las casas de apuestas han pasado del todo a la nada. Y ahora buscan cómo rentabilizar estos meses de cuarentena sin saber muy bien a qué aferrarse.