Los consejeros ejecutivos de Indra, que engloban a su presidente, Fernando Abril-Martorell, y a los dos consejeros directores generales, Cristina Ruiz e Ignacio Mataix, mantuvieron prácticamente invariable su retribución total en 2019 en los 6,72 millones de euros, según la información publicada por la compañía en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía explica que la diferencia mínima respecto a la retribución total de 2018, que fue de 6,53 millones, se explica en que Ignacio Mataix percibió en 2018 solo diez mensualidades y media, ya que su incorporación a Indra se produjo a mediados de febrero de ese año.
Por partidas, los retribución fija de los tres consejeros ejecutivos sumó 1,875 millones en 2019, frente a los 1,806 millones en 2018. Por su parte, la retribución variable fue de 2,217 millones en 2019, mientras que en 2018 alcanzó los 2,085 millones.
En concreto, la retribución variable en efectivo, que supone el 70% de la retribución variable anual de los consejeros ejecutivos, fue de 1,552 millones en 2019, frente a los 1,46 millones en 2018, mientras que los sistemas de retribución basados en acciones de Indra (el 30% restante) sumaron 665.000 euros en 2019 y 625.000 euros en 2018.
El cobro de esta parte de la retribución variable se difiere a lo largo de tres años por terceras partes, sujeto a la permanencia del consejero ejecutivo, y se percibe íntegramente en acciones de Indra.
Por su parte, las aportaciones a sistemas de ahorro a largo plazo fueron de 977.000 euros en 2019 y de 931.000 euros en 2018. A este respecto, Indra indica que el plan de prejubilación a largo plazo no es un plan de pensiones y su percepción es contingente.
Así, un consejero ejecutivo sólo tendrá derecho a percibir el saldo acumulado en el momento de cumplir 62 años o con anterioridad si cesa en su cargo por causa no imputable a él, incluyendo entre estas el cambio de control de la sociedad. Sin embrago, en caso de cese por incumplimiento de sus obligaciones contractuales, de baja voluntaria o de fallecimiento antes de los 62 años el consejero ejecutivo no percibe este plan.
Por otro lado, detalla que la retribución en especie, que cubre aspectos como asistencia sanitaria o seguros, ascendió a 82.000 euros en 2019, frente a los 56.000 en 2018.
En cuanto a la retribución percibida por Abril-Martorell, la comparativa, que refleja una subida respecto a 2018 (al pasar de 2,29 millones a 2,38 millones) se ve distorsionada porque en el ejercicio anterior el presidente renunció a parte de su variable para que la pudiera cobrar el conjunto de la alta dirección. De hecho, año con año, las retribuciones no han variado en los tres consejeros ejecutivos.
El informe de remuneraciones de 2018 recogía que, en función de la ponderación de cada objetivo, el porcentaje de consecución global alcanzado en el caso del presidente se situaba en el 89%, lo que se correspondía con una cantidad bruta de 965.000 euros.
No obstante, con la finalidad de que el importe global de la RVA –retribución variable anual– del comité de dirección no fuera superior al estimado, el presidente decidió proponer a la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Coportativo y al Consejo, que así lo aprobó, una reducción lineal de 24 puntos de su RVA, con lo que el importe finalmente percibido ascendió a 705.000 euros», explica.
REMUNERACIÓN DEL CONSEJO
La remuneración de los trece consejeros (ejecutivos y no ejecutivos) de Indra por pertenencia al consejo y a las comisiones del consejo también permaneció prácticamente invariable en 2019, ya que fue de 1,638 millones de euros en 2019, frente a los 1,646 millones en 2018.
Por otro lado, Indra señala que se produjo una compensación devengada por el exconsejero delegado Javier de Andrés correspondiente al pacto de no concurrencia suscrito, que ascendió a 1,605 millones en 2019, por debajo de los 1,650 millones en 2018.
En 2019, Indra incrementó su contratación un 7%; su cartera aumentó un 11% y superó el umbral de 4.500 millones de euros, cifra récord, y los ingresos aumentaron un 4%.
En esta línea, el Ebit aumentó un 11%, impulsado por la mejora de la rentabilidad de Minsait (su división de Tecnologías de la Información), y el resultado neto alcanzó los 121 millones de euros, mejorando un 1,3% frente a 2018 pese a haber tenido una mayor tasa fiscal (del 29% en 2019 frente a 25% en 2018).