Para todos los trabajadores el momento de la jubilación es percibido como el paso a una vida mucho más tranquila y libre de las preocupaciones asociadas al trabajo. Sin embargo, el sistema de pensiones español no es especialmente generoso con los autónomos, por lo que para este colectivo el dejar la vida laboral suele implicar una pérdida de recursos económicos.
Además, puede ocurrir que por una circunstancias u otras no se haya lo cotizado lo suficiente como para obtener una prestación contributiva. Pero esto no debe ser motivo de preocupación, nuestro sistema dispone también de pensiones no contributivas para autónomos. Por eso, en esta ocasión vamos a conocerlas con más detenimiento.
1¿Qué diferencia a las pensiones contributivas y no contributivas?
El sistema de pensiones español se base en la solidaridad intergeneracional, de forma que quienes trabajan ahora pagan las pensiones de quienes ya se han jubilado, siempre y cuando estos en su momento también hubieran aportado su esfuerzo para contribuir al sostenimiento de los gastos públicos. Es decir, que para percibir una pensión contributiva debes haber cotizado durante un período mínimo.
Pero también nos encontramos con trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia que no han cotizado lo suficiente. Son personas que han colaborado, pero no al nivel exigido por la legislación, por lo que es injusto vedarles el acceso a una pensión de jubilación. Lo que se hace en esta caso es dar una pensión no contributiva, que es la que se concede sin necesidad de cotización previa.