La pandemia del coronavirus y el Estado de alarma han provocado un parón en gran parte de los sectores que son motores de la economía en España. Además de la hostelería, el turismo o el comercio, el sector inmobiliario ha quedado muy tocado.
De hecho, se han paralizado todos sus segmentos: las oficinas inmobiliarias permanecen cerradas, las Notarías cerraron tras las medidas impulsadas por el Gobierno y las entidades financieras han paralizado las operaciones hipotecarias. Y ya son muchas las voces que exigen el cierre inmediato de las obras de la construcción para evitar nuevos posibles contagios del Covid-19 entre los obreros.
De este modo, quienes intenten buscar una vivienda en tiempos de confinamiento solo puede optar a los portales inmobiliarios. Ahora bien, no se puede realizar una visita al inmueble y se tienen que conformar con las fotografías que aporte el propietario.
Aunque ya son varias las empresas que han apostado por la digitalización y ofrecen visitas virtuales por la vivienda. De este modo, el interesado puede ver la casa de sus sueños sin moverse del sofá. Este recorrido le aporta toda la información que necesita sobre las dimensiones, el diseño final de las estancias, le aporta posibles ideas de decoración e incluso le muestra las vistas que tendrá desde su nuevo hogar o los lugares de interés cercanos.
TENGO UN INTERESADO, ¿CUÁNDO FIRMO?
Dejando de lado esta apuesta por el Big data y el proptech, que por ahora solo está disponible exclusivamente para obra nueva de unos cuantos promotores, el resto de interesados en adquirir o alquilar una vivienda solo tienen Internet a su alcance. Pero el siguiente problema que se presenta es: ¿Cuándo puedo cerrar la operación?
Pues bien, en el sector de la compra-venta es imposible porque el Consejo General del Notariado ya anunció la pasada semana el cese de sus servicios «hasta nueva orden». Pero en el caso del alquiler tampoco es factible porque el confinamiento decretado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez prohíbe salir del domicilio familiar, salvo excepciones.
Pero en ningún caso ampara salir del domicilio para realizar la firma del contrato de arrendamiento y la consiguiente entrega de llaves. De este modo, el sector del alquiler se encuentra también totalmente estancado. Ahora bien, ¿qué pasa con los propietarios que cuentan con el arrendamiento como único sustento o necesita de esta cuota mensual para subsistir porque ha sufrido un ERTE?
La respuesta es la misma: no se pueden realizar firmas de contrato, sean cuales sean las circunstancias. En concreto, el particular que anteriormente al Estado de alarma colgara el cartel de Se Alquila va a tener que esperar con este activo cerrado hasta que finalice el periodo de confinamiento, e igualmente ocurre con las personas que a raíz de los ERTE o bajadas de sueldo en sus empleos opten por vender o alquilar su propiedad.
DE LARRA: «VUELVA USTED MAÑANA»
Adaptando la célebre frase de Mariano José de Larra, la respuesta para el propietario es «Vuelva usted cuando acabe el confinamiento». No se tienen en cuenta las particularidades de las personas. Puede que haya alguien compartiendo piso y que decidiera dar el salto a alquilarse una casa en solitario porque no aguanta más este modelo de vida, por ejemplo.
O personas que iban casi al límite de sus posibilidades y ahora les cambian las condiciones laborales y no pueden pagar su hipoteca o alquiler. Por estos motivos, han surgido iniciativas privadas para ayudar a las familias a hacer frente al pago de la cuota del alquiler.
E incluso, tal y como explicó a MERCA2 el presidente de Alquiler Seguro, Gustavo Rossi, están recibiendo numerosas llamadas de arrendadores que quieren ayudar a sus arrendatarios para evitar el impago de la cuota del alquiler.