El coronavirus ha trastocado el modo de vida de millones de personas en España. En tan solo 7 días. La expansión de la pandemia con un alto potencial de contagio ha llevado a las autoridades a restringir la apertura de todos los comercios no relacionados con productos de primera necesidad. Esta medida, con el miedo a un desabastecimiento, ha generado una oleada de compras en los grandes supermercados como Mercadona, uno de los más utilizados por su relación calidad-precio. En la otra cara de la moneda, los mercados locales de proximidad que también tienen permitido abrir, vacios. Sin embargo, esta tendencia está cambiando: numerosos ciudadanos llaman al boicot a Mercadona y a las grandes superficies y hacer compras en el comercio local.
Las imágenes apocalípticas que precedieron a la declaración oficila del Estado de Alarma y la consiguiente limitación de movimientos de las personas, hicieron que Mercadona fuera protagonista por el agotamiento en su stock. Si bien tanto Mercadona como otras cadenas aseguran que no hay riesgo de desabastecimiento, lo cierto es que los alimentos duran muy poco en los estantes y frigoríficos de conservación.
Por ahora, tal y como ha informado MERCA2, la venta online de productos de alimentación en Mercadona está paralizada y sin servicio. Mientras, los usuarios comienzan a perder la paciencia. Como respuesta, desde las asociaciones de comercios en mercados de abastos locales hacen un llamamiento a la población para boicotear a estas superficies y asegurarse llenar la cesta en sus mercado vacíos de clientes.
MERCADONA Y EL BOICOT DE LOS MERCADOS LOCALES
Las colas antes de las aperturas para arrasar con todos los productos posibles en los supermercados de Mercadona contrastan con la imagen de mercados locales vacíos, cuyos puestos están llenos de comida.
En las redes sociales, son muchos los usuarios que están han capturando diversas instantáneas en distintos horarios para demostrar cómo los estantes de productos básicos están vacíos, y no son los únicos.
Tal ha sido la aglomeración, que Mercadona se ha visto obligada a emitir nuevas normas.
LA LLAMADA AL BOICOT A MERCADONA
«Más mercado y menos supermercado. Ahora más que nunca. Hay comida, hay variedad y muy pocas colas. Algunos comercios vendían a bares y restaurantes y ya no lo hacen. Cambiad la comodidad del puto Mercadona e id al mercado y a las tiendas del barrio», apunta el tuit que ha incendiado el debate.
Esta imagen pone en evidencia la realidad del consumo en España: el usuario prefiere concentrar sus compras en un masificado supermercado como Mercadona o Lidl en vez de aprovechar la escasa afluencia de personas a los mercados de abastos locales.
DESABASTECIMIENTO O COMPRA DESAFORADA
Los perfiles sociales de Mercadona se han convertido en un interesante pulso de cómo respira la compañía en cuanto a las quejas de los usuarios. ¿Se está produciendo un desabastecimiento en los supermercados o es una fiebre consumidora y acaparadora lo que deja vacías los estantes?
Desde los mercados locales lo tienen claro: a un aumento de la demanda, con la producción en crisis, es difícil que los proveedores habituales puedan afrontar la demanda. Por su parte, en cambio, al depender de productos próximos, habitualmente de kilómetro cero, están surtidos de variedad y reposición controlada. De ahí su llamada al boicot a Mercadona y otros centros similares.
LOS HORARIOS, CADA VEZ MÁS RESTRICTIVOS
En este aspecto, el coronavirus ha igualado a ambos espacios. En el caso de las grandes cadenas de supermercados, que blanden la flexibilidad de horarios como una de sus grandes ventajas competitivas, el agotamiento de sus empleados y los riesgos a los que se somente, les está llevando a limitar cada vez más las horas disponibles para hacer la compra.
La pregunta que se hacen desde los mercados de proximidad es si llegarán a igualar sus horarios de apertura.
LA CALIDAD DE LOS PRODUCTOS VUELVE AL DEBATE
¿Es posible garantizar la calidad de los alimentos en estas grandes superficies? El sistema productivo, por su propia capacidad, es imposible que aporte toda la rotación de alimentos que se consumen.
En una situación de crisis como la que vivimos, los nutricionistas alertan del riesgo de emperamiento en la calidad de la dieta, que derive en una profundización en problemas graves como la obesidad. Ante la escasez en los supermercados, se tira de congelados y productos procesados. Esta escasez, recuerdan los comerciantes, no existe en el mercado de abastos, donde además garantizan la calidad de los alimentos.
¿PACTO DE PRECIOS?
En el día de hoy, Competencia ha salido a cerrar cualquier opción de alianza coyuntural entre las grandes cadenas como Carrefour y Mercadona para no subir precios y hacer así una competencia aún más desleal a los pequeños comerciantes locales que ven sus puestos vacíos de personas, llenos de alimentos de primera necesidad.
Quizás cuando pase el aislamiento obligatorio, cansados de las políticas de estas superficies y como única vía para impulsar la economía local en tiempos de crisis, retomemos las buenas costumbres de ir de puesto en puesto comprando los mismos alimentos pero más auténticos.