Tan solo 140 caracteres le han bastado al científico valenciano José Miguel Mulet para revolucionar tuiter y dejar KO a los antivacunas, que guardan un profundo silencio en estas horas en las que los diferentes Gobiernos buscan con avidez una vacuna contra el coronavirus.
En plena expansión del coronavirus, el tuit que publicó este científico activista contra las falacias del colectivo antivacunas ha puesto de relieve la contradicción que supone callar ahora cuando la humanidad se enfrenta a una enfermedad pandémica sin estar inmunizados contra ella.
“Estimados antivacunas. Ahora ya sabéis lo que pasa cuando aparece una enfermedad y no estamos vacunados, así que ya podéis dejar de incordiar e id a cascarla por ahí”, ha escrito en su cuenta.
UN ACTIVISTA ANTIVACUNAS
Este mensaje es el último de una serie de publicaciones en las que el científico, que se ha destacado como uno de los más ácidos activistas antivacunas, con mensajes como este:
En el día de hoy, también ha tocado a la puerta de quienes se oponen a la utilización de la ingeniería genética.
La homeopatía también es otro de los campos de batalla en la que no duda en entrar.
Los veganos tampoco se salvan de su dardo dialéctico.
Las nuevas tendencias en alimentación también forman parte de su repertorio habitual, tanto en Twitter como en las diversas apariciones en medios (radio o televisión) como colaborador.
Su principal actividad, no obstante, se centra en desmentir informaciones pseudocientíficas o claramente engañosas. Así, por ejemplo, al inicio de la crisis del coronavirus, además de iniciar su KO a los antivacunas, insistía en la ineficacia de los suplementos de vitamina C para no contraer el coronavirus.
Mulet fue uno de los científicos que en los primeros estadios del contagio ya pedía confinamiento para frenar la curva.
EL SILECIO DE LOS ANTIVACUNAS
Precisamente el silencio que mantienen algunos de los antivacunas más destacados ha llamado la atención de buena parte de la comunidad científica.
El movimiento, muy crítico contra otras curas a enfermedades como la gripe, por ahora, no se ha pronunciado en público del interés y la inversión que están destinando los gobiernos para encontrar una vacuna que neutralice o cure el coronavirus.
Hasta ahora, el sarampión o la gripe se han mantenido como las grandes enfermedades a no combatir con vacunas, con un resultado de un incremento alarmente en los casos.