Puede que nos enfrentemos a una nueva pandemia, pero de obesidad. Estos últimos días hemos sido testigos de imágenes dantescas en casi todos los supermercados de España: multitudes esperando en la puerta a que abra la tienda, avalanchas de consumidores corriendo, literalmente, por los pasillos, carros a rebosar y estantes arrasados. Realmente no era necesario, según ha confirmado la Asociación Española de Distribuidores Autoservicios y Supermercados (ASEDAS). En un comunicado, aseguraban a la población que no existe riesgo de desabastecimiento.
El caso es que son muchas las personas que ahora mismo están pasando una cuarentena de quince días (prorrogables), rodeados de grandes cantidades de carnes rojas, pasta, y carbohidratos en general, a mansalva, productos ultaprocesados perecederos a largo plazo, batidos, zumos azucarados, una buena variedad de postres lácteos y mucha bollería y snacks para pasar el rato. Relacionemos esto con la ansiedad por la incertidumbre que estamos viviendo, con el aburrimiento de no poder salir a la calle y con el sedentarismo propio de un confinamiento domiciliario. ¿Cuál es el resultado? Efectivamente: una más que probable subida de peso y un aumento de las tasas de obesidad.
CÓMO EVITAR EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD DURANTE LA CUARENTENA
¿Qué podemos hacer? Principalmente dos cosas. En primer lugar, hacer una compra sensata. Como decíamos, no nos vamos a quedar desprovistos, no hace falta llenar la despensa para evitar un posible déficit calórico. Así que podemos hacer una lista de la compra razonable y sana. Empecemos por las verduras, imprescindibles en una dieta equilibrada. Pueden ser verduras frescas, congeladas o en conserva. Lo mismo con las frutas, el pescado y la carne también tenemos estas tres opciones. Tampoco pueden faltar las legumbres y los frutos secos y algo de pan para congelar. Por otra parte es importante evitar comprar bollos, galletas, patatas fritas, refrescos y este tipo de productos. Quizá estos días de reclusión puedan servirnos incluso para superar la adicción al azúcar.
Otro punto importante es intentar mantenerse activo dentro del domicilio. No es necesario acudir a un gimnasio para estar en forma o evitar el sobrepeso. Existen ejercicios físicos que se pueden hacer fácilmente en casa, como flexiones, sentadillas, abdominales, pesas con los tetrabricks y botellas de leche que seguro habrá de sobra en la despensa, sprints en el sitio, saltos, un poco de yoga o una sesión de rumba. En internet hay infinidad de tablas de ejercicios y clases para tomar como referencia, e incluso aplicaciones móviles que nos pueden ayudar. Aquellas personas que no puedan ir a trabajar estos días, ni presencial ni telemáticamente, pueden emplear una buena parte de su tiempo en ejercitarse y llegar incluso a perder algo de peso.
Recordemos también que una buena alimentación, junto con una rutina de ejercicio, no son solo buenos para evitar el sobrepeso y la obesidad. También son imprescindibles para reforzar las defensas y tener un sistema inmunitario trabajando a pleno rendimiento. Así que hoy, más que nunca, debemos cuidar nuestros hábitos de vida a pesar de esta inquietante pausa obligatoria.