El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha afirmado que la zona euro necesita una política fiscal «expansiva», «dirigida» y de la «magnitud suficiente» para atajar el impacto del coronavirus Covid-19 en la economía, al tiempo que ha subrayado que el Banco Central Europeo (BCE) todavía tiene margen para bajar más los tipos de interés si lo considera necesario.
Así lo ha asegurado el gobernador este miércoles en un encuentro con la prensa, en el que ha asegurado que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, es «la mejor persona para gestionar esta crisis».
Al igual que hiciera la presidenta de la autoridad monetaria el jueves, Hernández de Cos ha insistido en que el papel central debe ser ocupado por las políticas fiscales, que en su opinión deberían ser acordadas a nivel europeo o, incluso a nivel internacional. «El BCE lo que puede y debe hacer es acompañar a esa política fiscal», ha indicado.
Para el gobernador, el brote vírico está provocando un «shock importante» en la economía, lo que a su vez ha generado una revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento de prácticamente todos los organismos internacionales, incluido el propio BCE.
Por esto, Hernández de Cos ha pedido que se ponga en marcha una política fiscal «expansiva» y que esté «dirigida», ya que «no vale cualquiera». Además, ha enfatizado que es «muy importante» que sea «coordinada» y «de la magnitud suficiente» para cumplir su objetivo.
«Los problemas de sostenibilidad fiscal quedan en una segunda consideración, por que si el shock es temporal, las medidas fiscales tienen que ser temporales y luego se vuelve a la posición inicial de las finanzas públicas y se retoman los procesos de consolidación allá donde haga falta, pero no estamos ahora en eso», ha apostillado el gobernador.
Ante esto, la decisión que adoptó el BCE el jueves en su reunión de política monetaria es complementar esta respuesta mediante otras medidas, como la garantía de liquidez, la facilidad de préstamos bancarios y la extensión de la compra de activos para mantener las «condiciones financieras holgadas».
Sin embargo, el instituto emisor decidió no elevar los tipos de interés, porque el BCE asume que el impacto del coronavirus es «temporal» y las decisiones con respecto al precio del dinero tienen una «repercusión muy fuerte». Pese a esto, Hernández de Cos no cierra la puerta a esa medida. «En absoluto descartamos que haya que hacerlo. (…) No hemos llegado al ‘lower bound’ de los tipos de interés», ha subrayado.
Con respecto a las compras de activos, que el BCE amplió en 120.000 millones de euros hasta final de año, el gobernador del Banco de España ha explicado que la autoridad monetaria va a utilizar «toda la flexibilidad» dentro de los parámetros del programa. «Vamos a jugar con esa flexibilidad y vamos a llevarla al límite para evitar problemas de fragmentación financiera», ha indicado.
En la práctica, esto se traduce en que el BCE acudirá a los mercados a comprar aquellos activos que considere para mantener la condiciones financieras actuales y evitar que se endurezcan, ya sean bonos corporativos o soberanos. «Lo importante es que tengamos la flexibilidad para responder a esa evolución de los mercados que puede estar cambiando y cambia cada día», ha agregado Hernández de Cos.
«Compraremos lo que sea necesario para evitar que se produzca fragmentación financiera», ha asegurado, agregando que en este momento el BCE podría incrementar sus compras de bonos italianos.