El coronavirus ha superado todas las expectativas posibles. Hasta el punto de que la tentativa a aislar Madrid, ya sea las poblaciones más infectadas o a nivel comunidad, está encima de la mesa. El miedo a la pandemia provocó que el pasado martes, 10 de marzo, el Gobierno comunitario que lidera Isabel Díaz Ayuso hiciese llegar a las comisarias de la región un antiguo plan, denominado Plan General de Cierre, con el que se proyecta un cierre real en la capital del país, según ha podido saber MERCA2. Un plan que podría ejecutarse a partir del viernes con el objetivo de limitar los viajes en el fin de semana.
La parálisis de Madrid es ya un hecho. Solo sirve con recorrer la siempre congestionada M-30 para entender que el número de vehículos que circulan en hora punta se ha reducido con fuerza. También la paranoia colectiva. Como lo demuestran las colas en los supermercados, que no han cesado desde el martes. Pero ambas situaciones no se pueden comparar, ni siquiera se acercan, a lo que supondría un cierre parcial como el que se está planteando en determinadas localidades de Madrid. Un plan, al fin y al cabo, que podría ser necesario (sería una irresponsabilidad, sino se hubiese estudiado ya) como ha ocurrido en otras grandes ciudades europeas como Milán o Roma.
En principio, la intención de Ayuso y su equipo era el de preparar un cierre escalonado que paró el propio Gobierno, explican fuentes cercanas a este medio. El motivo de los primeros era que el número de infectados ha crecido con fuerza en la capital y muchos de ellos, casi el 80%, procede de los municipios aledaños a Madrid centro. Por su parte, el ejecutivo socialista obligó a pararlo en seco porque suponía parar la locomotora económica del país. Además, sin tener todavía una hoja de ruta clara al respecto, se espera para actuar conjuntamente con Bruselas. El siguiente punto podría ser un acuerdo mutuo para proceder a ello en los próximos días, incluso podría ser este viernes.
UN PLAN CREADO PARA LUCHAR CONTRA ATENTADOS
La operativa que se pretendía, y todavía se pretende, llevar a cabo es conocida como Operación Jaula. Se trata de un tipo de dispositivo policial que solo se utiliza en situaciones extremas como un atentado o, en este caso, ante un riesgo alto de pandemia y que consiste en el cierre de los accesos y salidas de cada localidad. La documentación remitida a las comisarias implicadas, y que se ha hecho llegar a cada agente, contiene una detallada explicación de cada uno de esos puntos con el objetivo de que deben ser sellados. Obviamente, esa información es relativa a cada localidad.
Ese fue uno de los puntos que hicieron saltar las alarmas el pasado martes. También el desencadenante de la guerra mediática del pasado miércoles. El hecho de que solo se remitiese a agentes de la comunidad madrileña y no del resto de España, según ha podido saber MERCA2, puso en alerta a todo el mundo. Un hecho, que obligó a la propia presidenta a intervenir a mitad de día para explicar que “la Comunidad de Madrid no ha valorado en ningún momento un supuesto cierre de la región”. Aunque, en el propio tweet dejaba la puerta abierta a actuar en zonas determinadas.
MADRID SUPERA LOS 1.000 INFECTADOS
Los planes de los políticos madrileños se podrían acelerar en las próximas horas. El número de contagiados por coronavirus en la Comunidad de Madrid se ha elevado en 242 personas en un día, lo que sitúa la cifra total en 1.024, el 50% de los registrados en España. De ellos, 31 han fallecido desde el inicio de esta crisis sanitaria, los 10 últimos en menos de un día. Curiosamente, el mayor aumento de afectados ha coincidido con el cierre de todos los centros educativos de la región y cuando se han suspendido todos los espectáculos con más de 1.000 espectadores.
El Covid-19 sigue siendo muy exigente en cuanto a las medidas adoptadas. A la espera de medidas más drásticas en España, el otro gran protagonista europeo, Italia, ha decidido coger el toro por los cuernos. Así, los transalpinos aprobaron un polémico decreto, nunca antes visto dentro de las fronteras de la Unión Europea, por el cual el país entero queda en situación de aislamiento por el coronavirus, como ya lo estaban Lombardía y otras 14 provincias del norte.
FRENAZO PARA LA ECONOMÍA
La gran perjudicada en una decisión que puede ser histórica es la economía. Madrid se ha convertido en los últimos años en la locomotora del país. Al cierre de 2019, la comunidad madrileña creó más de un tercio de los nuevos empleos que se crearon en España. Incluso, entre octubre y diciembre, el ritmo de aumento de puestos de trabajo en la Comunidad fue cuatro veces superior al promedio del país. Hasta el punto de que el PIB de la región que lidera Díaz Ayuso ascendió a 230.794 millones de euros frente a los 228.682 millones de Cataluña.
Por ello, un cierre total (que no se ajuste solo al fin de semana) significa un duro golpe para las cifras económicas del Gobierno. Una hachazo que los agentes internacionales ya han empezado a prever. De hecho, el gigante Goldman Sachs revisó a la baja el crecimiento de la economía española en medio punto, hasta el 1,3%, por el efecto del Covid-19. Unas previsiones que seguramente se reharán en las próximas semanas.