Los bajistas han puesto la lupa en Aedas. Las cifras de la promotora en sus últimas cuentas, al incumplir las entregas, y la epidemia del coronavirus que obligará a parar la economía (incluida la construcción, aunque se resista) es un caldo de cultivo demasiado atractivo para los fondos oportunistas. Los hedge funds, de la mano del gigante UBS, activaron la semana pasada un ataque contra la firma española con una rentabilidad que en algunos de los casos supera el 15%.
Y es que se avecinan curvas. El papel central lo protagoniza UBS. La firma suiza es el segundo mayor accionista de Aedas, con una posición cercana al 5,2%, lo que le transfiere un poder singular. Una autoridad que ha elegido usar para aprovechar la fuerte caída del valor de los títulos de la promotora y así sacar una jugosa tajada. La táctica es tan sencilla como antigua: primero crear y, posteriormente, prestar instrumentos financieros (ligados a las acciones) a los fondos oportunistas para que jueguen con el valor. Mientras, las excepcionales condiciones económicas empujan a la baja la cotización de la compañía.
El primer paso se dio el pasado viernes 6 de marzo, una sesión antes del desplome histórico del lunes. UBS notificó a la CNMV un movimiento peculiar. El banco de inversión anunciaba que el 3 de marzo redujo con fuerza su posición directa de acciones, al pasar del 4,88% al 2%. Pero, la caída no significaba que se habían vendido, sino que ese porcentaje se había transformado en instrumentos financieros indirectos. En concreto, dicho porcentaje pasó del 0,23% al 3,196%. En definitiva, la firma señalaba que la munición contra Aedas estaba lista.
LOS BAJISTAS YA ESTÁN JUGANDO CON AEDAS
Aunque el comunicado del banco alertó de otro movimiento más serio. La munición no solo se había fabricado, sino que también se había vendido. Así, se mostró que el préstamo de acciones a terceros, los fondos oportunistas, se había disparado hasta el 3,196%, esto es el tope de sus tenencias por el momento. De hecho, UBS advierte a la CNMV de que el total de dicho porcentaje se ha transferido a través de operaciones fuera del mercado (OTC, por sus siglas en inglés). Las ventas, además, se han articulado en su mayoría como colaterales (instrumentos bajistas) y que el número de títulos a recuperar es muy bajo.
Con la munición en el mercado, se entienden mejor los vaivenes de las acciones de la promotora. Así, una vez repartidos entre el 4 y 5 de marzo, se forjaron el 3 y se notifica el 6 que están todos vendidos, el mismo viernes el desplome ya es del 3%. En la siguiente sesión, la cuarta peor de la historia de la Bolsa española, se derrumba un 10,5%. En dos días las ganancias eran de doble dígito. Pero, para solidificarlas hay que comprar de nuevo los títulos y devolverlos (puesto que estaban prestados), por ello, al día siguiente el valor sube más de un 1,5% (pese a que el mercado vuelve a caer).
Una vez está el dinero en la cuenta corriente el juego sigue con más préstamos, ventas (el martes cayó un 1,7% y ayer casi un 5%) y compras para cerrar el círculo. Una situación similar a la de un yoyo, aunque la caída siempre es mucho más grande que las subidas, que ponen a las compañías al límite. Ahora, es el turno de Aedas. La promotora sigue la estela de Neinor, ambas afectadas por el mismo mal, que cuenta con un porcentaje del 7,54% de bajistas en su accionariado.