Cada empresa invierte como quiere y con la perspectiva temporal que cree conveniente. Bajo esta premisa, Iberdrola ha lanzado un ambicioso plan en materia de movilidad eléctrica dotado con 150 millones de euros de inversión ante un horizonte temporal amplio. De este modo, genera la duda sobre si lo acometerá de inmediato o, al igual que su gran competencia en España, irá desarrollando el proyecto en función del mercado.
El anuncio ha llegado con el país pendiente de los virus y las gripes, pero ha llegado. En concreto, la compañía dirigida por Ignacio Sánchez Galán desplegará 150.000 puntos de recarga en hogares, empresas y vía pública (urbana e interurbana) en cinco años. La gran novedad es que la infraestructura contará con puntos de carga ultra y superrápida (150 kW y 350 kW), que permitirá recargas entre 5 y 15 minutos en carretera.
Para ello, según defiende la compañía en un comunicado, «Iberdrola pisa el acelerador y refuerza su plan de movilidad sostenible, destinando más inversiones -un total de 150 millones de euros-«. Y todo ello ante una automoción que no acaba de tener la acogida mayoritaria, de carácter eléctrico, que deberá tener para alcanzar los objetivos en la reducción de emisiones.
Así, la gran diferencia con Endesa es que la compañía comandada por José Bogas tiene un horizonte más cercano pero adaptable, tanto de inversión como de acometida de la red. En concreto, según estipula en el informe financiero de 2019, la eléctrica tiene como objetivo a 2022 el despliegue de un total de 36.000 puntos de recarga públicos y privados a lo largo de todo el territorio español.
Pero no solo tiene un horizonte temporal distinto, sino que hay una condición de inversión relacionada con la venta de coches eléctricos. Así, tal y como publicó MERCA2 el pasado verano, Endesa adaptará su plan de instalación de puntos de recarga al crecimiento del mercado, dependiendo del número de ventas y matriculaciones. Esto vale tanto para un desarrollo temprano del parque automovilístico en lo que se refiere a la electrificación de vehículos, como a un retraso derivado de factores externos.
Sin embrago, desde Iberdrola no matizan nada sobre la evolución del sector. Por lo tanto, esos 150 M€ se desconoce si serán invertidos en los próximos dos años y medio, o en la segunda mitad de dicho plan.
LAS CLAVES DEL PLAN DE IBERDROLA
El nuevo Plan de Movilidad Sostenible a cinco años de Iberdrola supera la ambición de su programa hasta 2021, que preveía la instalación de hasta 25.000 puntos de recarga (residencial, empresas y pública, tanto urbana como en carretera y autovías) en España.
Hasta el momento, Iberdrola ha instalado 5.000 cargadores eléctricos en el país. De estos, 400 son puntos de recarga rápida operativos en carreteras y autovías. Asimismo, la compañía cuenta con otros cerca de 1.600 cargadores en diferentes etapas de desarrollo en vía pública: de estos últimos, más de 300 estarán operativos próximamente.
El balance de los primeros 18 meses del plan de movilidad de Iberdrola se completa con la firma de más de 30 acuerdos de despliegue de infraestructura alcanzados con los principales agentes implicados en la movilidad, desde administraciones a instituciones, empresas, estaciones de servicio, concesionarios y fabricantes de vehículos eléctricos.
En este sentido, la empresa ha puesto en marcha el primer parking sostenible con Ifema Feria de Madrid; ha alcanzado acuerdos con la práctica totalidad de fabricantes de vehículos, así como con asociaciones y concesionarios; está desplegando un ambicioso plan de puntos de recarga rápida en estaciones de servicios de marcas como AVIA, Ballenoil y Valcarcel; colabora en los planes de movilidad sostenible de empresas como Ikea, McDonald’s, Telefónica, REE, Auchán, etc; impulsa infraestructura de movilidad eléctrica en centros comerciales, cadenas de restauración y hoteles y se ha sumado a la iniciativa Zity para el desarrollo de servicios de movilidad eléctrica en distintas ciudades españolas.