Año de transición. Año difícil. Año de cambios… Diferentes modos de definir un periodo de tiempo en el que, en una organización, se llevan a cabo cambios. Más cuando lo que se transforma tiene que ver con quien lleva las riendas de la entidad. Jean Paul-Rignault dio el relevo a Olga Sánchez al frente de Axa en España. A punto de cumplirse el aniversario de este reemplazo, ¿cómo se puede definir la labor de la actual consejera delegada?
Durante el pasado mes de enero, Axa reunió a más de 500 personas de los equipos comerciales y servicios centrales. Y Luis Sáez de Jáuregui, su director de Distribución y Ventas, calificó 2019 como un “año de leyenda”. Calificativo basado en que la compañía a los mandos de Olga Sánchez había crecido por segundo año consecutivo batiendo al mercado en todos los territorios, en todos los canales, y en la práctica totalidad de los ramos.
Si comparamos los datos, los números de Jean Paul-Rignault y Olga Sánchez presentan una clara similitud. A finales de 2018, los ingresos de Axa crecieron un 7%, para situarse por encima de los 2.525 millones de euros. Un año después, Olga Sánchez ha situado ese incremento en un 6%, situándose en 2.687 millones de euros.
Olga Sánchez ha hecho crecer a Axa por segundo año consecutivo y que el beneficio operativo supere los 200 millones
Trasladados esos datos al beneficio, su antecesor situó el beneficio operativo en 186 millones de euros (+16,5%). Olga Sánchez ha elevado dicha cantidad hasta los 202 millones de euros (+9%).
EL CRECIMIENTO DE AXA
Olga Sánchez, desde el momento de la toma de posesión, dejó muy claro que su hoja de ruta en Axa tendría como prioridad el crecimiento. Y ha cumplido en su primer año. También apuntó que buscaría alianzas. Ha firmado un acuerdo de distribución a largo plazo con el neobanco Premium MyInvestor, y otro con la startup Fintonic.
Asimismo, declaró que pondría el foco en los productos de ahorro, vida riesgo y unit linked. En este último campo, su reto era el de alcanzar el crecimiento de casi el 30% de 2018. Por eso impulsó productos para, cuanto menos, repetir dicho guarismo. En Vida, en 2019, creció un 10%.
Ambiciosa, en seguros de Salud pretendía pasar de un crecimiento del 7,5% al 10,9%. Habrá que esperar a ver las estadísticas para ver si sus deseos se han convertido en realidad. La relación con los corredores se ha mantenido en un win to win entre ambas partes. Años atrás, su antecesor en Axa tuvo que trabajar duro para destensar una situación que amenazaba con no ser fructífera.
SUBIR EN EL RANKING
De cara al futuro, Olga Sánchez, que se define por ser disciplinada, perserverante y con capacidad de trabajo, deberá seguir haciendo frente al fraude. Deberá seguir invirtiendo los 100 millones de lo que dispone para acometer un plan de transformación al que le quedan tres años. Y deberá seguir acelerando para intentar que Axa suba puestos en el ranking, otro de sus anhelos.
En su mente, otros asuntos: darle al cliente la cobertura adecuada a un precio proporcionado; potenciar el sector del automóvil (+3% de crecimiento); y defender a capa y espada su particular mantra: estabilidad de precios, competitividad y servicio.
Seis años después, Axa España volvía a ser dirigida por un español. Olga Sánchez, que acabó la carrera de Económicas y Empresariales en 1992, es persona de la casa. Lleva toda su carrera profesional en la compañía, donde entró como actuaria en el departamento de dirección técnica. Tras saltar por otra decena puestos, llegó al puesto de consejera delegada.