22.424 millones, esta fue la inyección del Estado con dinero público para rescatar a Bankia durante la crisis económica. Un rescate que solicitó hace ya ocho años el entonces ministro Luis de Guindos.
Todo empezó en mayo de 2012. Los bancos pasaban por un mal momento y aunque Bankia (en España) no era el que estaba en la peor situación, centraba la atención por su tamaño. El Gobierno forzó la salida de Rodrigo Rato de la dirección de la entidad y José Ignacio Goirigolzarri se convirtió en su sustituto.
Tras inyectar 22.424 millones, el FROB recibió a cambio el 68,3% del capital social del banco. En estos años, las arcas públicas han recuperado parte del dinero invertido en la entidad mediante dos vías: ventas o colocación de capital (del 7,5% en 2014 y del 7% en 2017). Con esto han ingresado más de 2.100 millones de euros. Y los pagos de dividendos, una operación que se repite desde 2015 y que eleva la cifra a los 3.082 millones.
Ahora, la Junta General de Accionistas de Bankia tiene que aprobar el dividendo a cuenta de 2019, donde 220 millones de euros van a parar al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que sigue siendo propietario del banco con el 61% de las acciones de la entidad.
¿Y EL RESTO?
Con todo, Bankia habrá devuelto al Estado 3.302 millones de euros de los 22.424 del rescate. O lo que es lo mismo el 14,7%. La gracia está en que no hay fecha límite para devolver el 85% restante, pero si para la privatización.
La parte que posee el FROB debería haberse vendido en diciembre de 2017, pero después el plazo se amplió a diciembre de 2019 y finalmente a diciembre de 2021. Es decir, si las cosas no cambian en menos de dos años el Estado tendría que salir de su accionariado.
De darse esta situación, recuperaría los 3.302 millones que lleva hasta ahora, los dividendos de 2020 y 2021 (en función de los años anteriores podrían ser de en torno a 500 millones) además de su valoración bursátil en ese momento.
Actualmente, Bankia vale en Bolsa 4.847 millones de euros, por lo que le correspondería unos 2.900 millones. En total recuperaría poco más de 6.000 millones.
BMN, OTRO CAPÍTULO
El caso de Banco Mare Nostrum es otro capítulo. En marzo de 2017, el FROB optaba por integrarlo en Bankia. Aunque a comienzos de 2012 ya lo intentó fusionar con Liberbank. Unirse a Bankia suponía pasar a ser el cuarto banco más grande por activos. Finalmente se materializó en enero de 2018. Pero el Estado ya había inyectado en BMN otros 1.825 millones.
La nueva entidad pasaba a tener 2.514 oficinas y la plantilla superaba los 17.500 trabajadores. Entonces llegó el Expediente de Regulación de Empleo, cinco años después del que ya había tenido Bankia y el que se considera el peor ERE del sistema financiero español. Afectó a 4.500 empleados, pero 539 fueron despidos forzosos.
El de 2018, fue 100% voluntario se pactó la extinción de un total de 2.000 puestos de trabajo en el marco de la fusión por absorción de Banco Mare Nostrum.
PRIVATIZACIÓN
Desde Bankia trabajan en la privatización del banco, pero entienden que quien decide es el FROB y puede volver a cambiar la fecha límite. Pero ahora el rumbo podría cambiar porque a su presidente, Jaime Ponce, que ha estado al frente en todas las decisiones en las se ha retrasado las fechas para salir del banco, le queda poco tiempo. Será sustituido esta primavera.
Además, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias ha cambiado su discurso. Siempre vio con buenos ojos que Bankia fuera pública pero ahora cree que el candidato es el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Entre tanto, el presidente de Bankia, se mostraba muy relajado en la presentación de resultados anuales “mi recomendación ahora es no hacer nada, no aporta valor y hace ruido”. Por ello, no decidirán nada hasta 2021. “El cómo y el cuándo se privatice es decisión del accionista, nosotros tenemos que gestionarlo de forma independiente y profesional”.