El anuncio por parte del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, de publicar un Índice de Precios de Alquiler para finales de marzo, con el objetivo de regular el mercado, no ha dejado indiferente a nadie y ya cuenta con detractores.
El ministro ha afirmado que “el Gobierno encara el derecho a la vivienda como un pilar básico del estado del bienestar” y admite que “estamos ante un tema de urgencia social”. Con este índice pretende aumentar la oferta de vivienda de alquiler, pero la decisión no ha sentado demasiado bien en el sector inmobiliario.
Es el caso del consejero delegado de Alquiler Seguro, Antonio Carroza, que califica de “sinsentido” la publicación de este Índice. “Dependiendo del número de habitaciones, de la calle, de la finca o del estado de la vivienda los precios fluctúan y cambian. Usar un precio por metro cuadrado estipulado, cuando lo normal al alquilar es utilizar como referencia el número de habitaciones, es inconsciente, y demuestra que se está legislando de espaldas al mercado”.
MERCADO NEGRO
Y alerta de que con este índice se podría producir un incremento de la economía sumergida. “Es posible que haya alquileres que dejen de declararse y que, en algunos casos, al margen del precio oficial que regule el índice, se lleguen a cobrar cantidades bajo cuerda”.
Otra de las consecuencias de la decisión de Ábalos es que se acentuará la inseguridad jurídica. “Si ya es difícil ahora afrontar un impago o un incumplimiento contractual, hacerlo con alquileres no declarados o con rentas en negro se convertiría en un imposible”.
Desde Alquiler Seguro lamentan que el Gobierno está consiguiendo lo contrario de lo que pretende, “va a generar incertidumbre, abocar a los propietarios a sacar sus inmuebles del mercado y mermar la oferta de inmuebles para unos inquilinos a los que cada vez les cuesta más alquilar”.
FOTOCASA APLAUDE A ÁBALOS
Sin embargo, el director de Estudios de Fotocasa, Ismael Kardoudi, “aplaude” que el Gobierno se centre en “solucionar un problema tan importante y urgente como el precio de la vivienda en alquiler”.
Pero advierte de que este índice de precios “no puede ser muy restrictivo para los propietarios ya que a la larga nos podemos encontrar con que menos propietarios ponen sus viviendas en régimen de alquiler y poco a poco se reduzca la oferta que hay actualmente en el mercado”.
Kardoudi recuerda que “los particulares tienen buena parte de la oferta de vivienda en nuestro país y debemos potenciar que estos particulares pongan sus viviendas en alquiler con incentivos y ayudas”.
En este sentido, Ismael Kardoudi explica que “son necesarias iniciativas para dar solución a los problemas que experimentan ambos lados del mercado, tanto propietarios como inquilinos, para que las dos partes se sientan seguras y apuesten por el mercado del alquiler”.
VÍAS DE TRABAJO
Desde Fotocasa defienden dos vías de trabajo “en las que son necesarias actuar en paralelo”, explica Kardoudi. En primer lugar, fomentar la vivienda pública de alquiler, ya que España cuenta con un parque público de vivienda en alquiler muy por debajo de la media europea. “Se hace necesario una apuesta a largo plazo para que las administraciones dispongan de sus propios inmuebles y los gestionen a precios asequibles”, afirma.
La otra vía es potenciar los incentivos al arrendamiento. “Un plan público como el mencionado lleva tiempo y precisa recursos, por eso es imprescindible complementarlo con más oferta privada. Y en esta cuestión se puede trabajar aportando la seguridad que ahora mismo los propietarios no tienen cuando se plantean alquilar sus inmuebles”, apuntan desde Fotocasa.
ALQUILER SOCIAL
José Luis Ábalos ha explicado que la inversión en políticas de vivienda, según datos de Eurostat, se sitúa en España en el 0,11% del PIB, frente a la media europea que se eleva al 0,57%, o Francia en el 0,82%.
Para paliar esta situación, el ministro ha señalado la necesidad de crear una estrategia basada en el aumento de la oferta de vivienda de alquiler, sobre todo del alquiler social, con medidas como incrementar la oferta de vivienda, nueva o rehabilitada, a precio asequible.
Otras apuestas serían perfeccionar los incentivos y ayudas a propietarios e inquilinos, o facilitar una regulación que limite las subidas de los precios de los alquileres, especialmente en zonas tensionadas.