El grupo de construcción, servicios y concesiones repartió un dividendo de 1,87 euros por acción durante el pasado año. Y lo hizo de la siguiente manera: 0,45 euros en febrero, y 1,42 euros en julio. En total, un 35% más que el año anterior. ACS, este año, ya ha dicho que repartirá en febrero 0,449 euros brutos por acción (prácticamente idéntica a la del año pasado).
Será en la segunda entrega, la del verano, en la que ACS pondrá un plus extra para sus accionistas. Durante los últimos cuatro años, ha pasado de los 0,707 euros de 2016, a los 0,751 del año siguiente, los 0,936 euros de 2018, y los 1,450 euros de 2019. Pero si este último año recogía el incremento anunciado por la compañía tras la compra de Abertis, los resultados de Cimic y Hochtief podrían ser una piedra en el camino para seguir la tendencia alcista del dividendo.
“ACS ha tendido a ajustarse rigurosamente al guidance que proporciona a los inversores, controlando que cada movimiento estratégico cuadre con las proyecciones”, señala Andrés Aragoneses, analista de Singular Bank. Y las proyecciones estimaban un beneficio en 2019 de 1.000 millones de euros. “No creemos que el dividendo fuera a caer por debajo de los dos euros por acción debido a que el pay-out actual es bajo, con algo de espacio para aumentar el dividendo repartido”, añade.
El dividendo podría llegar a los 2,10 euros por acción pretendido por los Albertos dependiendo si el beneficio supera los 1.000 millones
Toda una alegría para los accionistas, en general, y para los Albertos, en particular. Estos últimos son los segundos accionistas de la compañía, con el algo más del 9%. Sólo Florentino Pérez, presidente de ACS, con el 12,5%, les supera.
BENEFICIO DE ACS
La clave para que ACS acabe ofreciendo un dividendo por encima de los dos euros por acción está en el beneficio que acabe cosechando la compañía. En la última junta de accionistas, Florentino Pérez se puso como meta llegar a los 1.000 millones. De momento, y según informó a la CNMV, estará por encima de los 950 millones. Por tanto, será superior a los 915 millones de 2018.
“Si el resultado alcanza el objetivo de 1.000 millones no vemos problemas para que el dividendo sea de dos euros por acción”, indica Ángel Pérez Llamazares, analista de Renta 4. No obstante, y con esos 950 euros de beneficio ya señalados por la compañía, si eleva el pay-out del 65% al 68% (tiene ese margen), se alcanzarían los 2,05 euros por acción.
Sin embargo, y según La Información, los Albertos pretenden ir un paso más allá y alcanzar los 2,10 euros por acción. Eso supondría un pay-out de casi el 70%. O que, finalmente, el sueño de los 1.000 millones se sobrepasara.
HOCHTIEF Y CIMIC
La desinversión de ACS en Oriente Medio por el deterioro del mercado ha lastrado las cuentas tanto de la filial australiana de ACS, Cimic, como de la alemana, Hochtief. La primera cerró 2019 con números rojos de unos 630 millones de euros. La segunda, con una pérdida neta de 206,2 millones de euros. Hochtief es el máximo accionista de Cimic (72,8% de su capital). ACS tiene el 50% de las acciones de la constructora alemana.
“Dejarán un agujero de más de 400 millones de euros en las cuentas consolidadas del grupo ACS. La inversión en BICC (BIC Constructing) no terminó de dar el rendimiento esperado y se decidió cesar el apoyo financiero que se daba a la compañía”, apunta Andrés Aragoneses.
Durante los últimos años, ACS ha compensado una acción negativa para sus cuentas con otra positiva. “Si decidió desinvertir en BICC conociendo que dejaría un agujero de más de 400 millones de euros en los resultados, lo haría con la intención de compensar con plusvalías de otras operaciones”, añade el analista de Singular Bank.
Claro ejemplo es la venta a la petrolera Galp de los activos fotovoltaicos de España mediante la filial Zero E. El montante de la operación fue de 2.200 millones de euros y generó unas plusvalías de 330 millones de euros que ACS incluirá en las cuentas de 2019.
El cash generado por las desinversiones realizadas a lo largo de 2019 servirá a ACS para seguir reduciendo su posición de deuda. “Sin embargo, no creemos que la deuda descienda al mismo ritmo que se preveía. A pesar de que el ritmo de desinversión ha estado por encima de las expectativas, las inversiones también han aumentado con fuerza. Sobre todo al principio del pasado año”, manifiesta Andrés Aragoneses.
Ángel Pérez Llamazares, por su parte, pone el dedo en el hecho de que “la generación de caja operativa es sólida. Así se ha visto en los resultados de Hochtief”. Por lo que respecta al Ebitda de ACS, podría verse afectado ligeramente por los resultados de Hochtief y Cimic. Pero los analistas estiman que se quedará en unos 3.000 millones de euros.