Nissan cerró los nueve primeros meses del año fiscal 2019-2020 (de abril a diciembre de 2019) con un beneficio neto atribuido de 327,5 millones de euros, lo que supone un fuerte descenso del 87,6% en comparación con las ganancias de dicho período del año previo.
La evolución del negocio de la compañía japonesa estuvo marcada en el período y, desde octubre de 2018, por el caso de Carlos Ghosn, expresidente de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que fue detenido en dos ocasiones en Japón, acusado de cometer diversos delitos fiscales y de utilizar fondos de Nissan en su beneficio personal y que se fugó a Líbano a finales de 2019.
Nissan anunció este miércoles que ha interpuesto una demanda por importe de 83 millones de euros contra Carlos Ghosn para recuperar «una parte significativa» de los daños económicos sufridos durante años por su «actividad fraudulenta» y «conducta incorrecta».
Asimismo, la multinacional automovilística también registró un impacto negativo sobre sus operaciones entre abril y diciembre del año pasado vinculado con la desaceleración de la industria y por las menores matriculaciones contabilizadas.
Nissan obtuvo un volumen de negocio de 62.560 millones de euros en los tres primeros trimestres fiscales, lo que representa una disminución del 12,5% en la comparativa interanual.
La corporación asiática cerró los nueve primeros meses del ejercicio fiscal con un beneficio operativo de 452,8 millones de euros, un 82,7% menos, mientras que sus matriculaciones mundiales cayeron un 8,1%, hasta 3,7 millones de unidades.
REVISIÓN DE PREVISIONES
Ante este retroceso en sus resultados, la empresa ha revisado a la baja sus previsiones de cara al cierre del ejercicio, de forma que estima lograr un beneficio neto atribuido de 541 millones de euros, un 40% menos respecto a la estimación previa, mientras que sus ingresos alcanzarán 88.333 millones de euros, un 3,8% menos.
Al mismo tiempo, la firma ha anunciado que no repartirá dividendo entre sus accionistas, ante las previsiones de beneficio y de flujo de caja y por las necesidades que tiene de invertir en tecnologías de futuro para mantener su competitividad.
«En consideración con el rendimiento actual, Nissan planea revisar los hitos establecidos hasta el final del año fiscal 2022, y con la inclusión de actividades mejoradas de la alianza, anunciará un plan a medio plazo revisado en mayo», anunció la corporación nipona.