El fabricante japonés de automóviles Nissan ha interpuesto una demanda por importe de 10.000 millones de yenes (83 millones de euros al cambio actual) contra Carlos Ghosn, expresidente de la compañía, para recuperar «una parte significativa» de los daños económicos sufridos durante años por su «actividad fraudulenta» y «conducta incorrecta».
Nissan ha presentado esta demanda en el Tribunal del Distrito de Yokohama (Japón) con el fin de recuperar los daños financieros registrados en relación con la supuesta apropiación indebida de «recursos y activos» por parte del directivo.
No obstante, la empresa nipona estima que el montante reclamado se incremente en el futuro, ante las multas que previsiblemente tendrá que abonar la compañía a la Agencia Japonesa de Servicios Financieros por las actividades irregulares llevadas a cabo supuestamente por Carlos Ghosn.
La firma automovilística destacó que el importe de la demanda se ha calculado en función de los fondos vinculados con «pagos fraudulentos» realizados por Ghosn, entre los que se incluyen el uso de residencias fuera de Japón sin el pago de su renta correspondiente, la utilización de aviones privados, los abonos realizados a la hermana de este y a su abogado en Líbano, entre otros.
La compañía también pretende recuperar el dinero invertido en la investigación interna que tuvo que llevar para descubrir las actividades de Ghosn y también los costes legales y regulatorios en los que ha incurrido en Estados Unidos, Japón, Países Bajos y en otros territorios.
La multinacional señaló que esta demanda se suma a las que está en proceso en Islas Vírgenes, donde se registraron supuestamente pagos y transacciones no autorizadas, al tiempo que resaltó que las acciones legales forman parte de la política de Nissan de recuperar los daños sufridos por esta situación.
El que fuera presidente de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi fue detenido por primera vez en Japón en octubre de 2018 acusado de utilizar fondos de la empresa en beneficio propio y de declarar menores remuneraciones de las reales. Tras pagar fianza, volvió a ser detenido en 2019, para ser puesto en libertad. A finales del año pasado se fugó de Japón a Líbano.